miércoles, 29 de febrero de 2012

Y el Fuenla lo volvió a hacer.

Cuando una relación amorosa lleva muchos años a cuestas parece dificil o mejor dicho, imposible, decir eso de que se está enamorado. La clave para seguir estándolo radica en que esa chispa que se encendió un día siga viva. Esos pequeños detalles, esos regalos inesperados, esos momentos de pasión...

A los Blues con el Fuenlabrada nos pasa eso mismo. Es una relación de pareja que dura ya dieciséis años pero que lejos de apagarse con el paso del tiempo va a mas por esa apasionada relación mútua plagada de momentos antológicos bien dosificados que hacen que esa llama del "amor" no se apague.

                                          (Foto: Fiba Europe)

 Ayer vivimos otro de esos momentos, como reza el título de este artículo. Rival duro, muy lejos de casa, cancha caldeada, partido que se pone muy cuesta arriba y los nuestros que vuelven a hacer una de las suyas. Lejos de dejarse llevar cuando peor pintaba el asunto vuelven a creer en si mismos, a confiar los unos en los otros, a darlo todo por el objetivo común y de paso, a los que estamos lejos, nos hacen creer, nos vuelven a meter en el partido y nos dan un alegrón monumental.

"¡Que grupo mas grande tengo!" Declaraba Porfi Fisac en los micrófonos de Onda Madrid tras el partido. Y no es para menos. Hace menos de dos semanas Porfi se rendía en elogios a sus chicos tras la derrota en Copa del Rey ante el Real Madrid. Hoy tenía las mismas razones para hacerlo, pero además se añadía el hecho de la victoria; una histórica victoria ante un Besiktas afectado de un grave complejo de superioridad infectado a través de un entrenador soberbio y prepotente que no es capaz de conseguir que un conjunto de estrellas sea capaz de sumar mas de veinte minutos de buen juego colectivo y sobreviva a base de individualidades.

 El Fuenla consiguió un objetivo no previsto a principios de temporada. Se presenta en los cuartos de final de Eurochallenge con ventaja de campo tras realizar unas sobresalientes fases de grupos con un balance total de 10 victorias y 2 derrotas (solo Besiktas y Artland Drangons igualan la marca).

 Ahora nos espera el Triumph Lyubertsy (Rusia) al que nos enfrentaremos en una eliminatoria al mejor de tres partidos comenzando el primero en el Fernando Martín el próximo martes 13 de marzo y donde una semana después se jugaría un hipotético partido de desempate si fuese necesario.

 Mientras esperamos, nos toca mudar de piel y volver a nuestra ACB. El sábado a las 18:00 horas nos espera un duro partido ante el Joventut en nuestro feudo. Toca sentenciar la permanencia ante un rival que viene creciendo poco a poco de la mano de nuestro ex Maldonado a quien recibiremos con todo el cariño posible tras ser uno de los artífices de lo que estamos viviendo ahora.

 Lo dicho, cariño, mucho cariño, y es porque en el Fernando Martín hay mucho amor.

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