lunes, 4 de febrero de 2019

Somos lo que luchamos.

Un artículo de @swassass

“La victoria como castigo” podría haberse titulado la crónica que voy a realizar sobre el “derbi” disputado el día de ayer contra el Estu. Otro final apretado por culpa de nuestra falta de ¿experiencia? ¿confianza? ¿práctica? para saber cerrar los partidos.

El caso es que por problemas con cierta plataforma web (imposible seguir la ACB fuera de España si no es de forma ilegal porque quien tiene los derechos aquí en Eslovenia, desde donde escribo estas líneas, pone antes 5 partidos de la liga turca de baloncesto y si acaso 1 de ACB) tuve que seguir los últimos 8 segundos por la radio. Otra victoria con sensación de que somos el niño pequeño que estudia a veces y al final saca la asignatura con un 4,7 y una colleja por parte del profesor con una coletilla ya habitual para el chaval “te voy a aprobar, pero para que te esfuerces la próxima vez más”.
Ni mucho menos estoy diciendo que el Fuenlabrada haya tenido un partido ayer de suspenso, pero la sensación de la calidad latente en la plantilla y la manera en la que hemos tenido que cerrar todas las victorias desde hace 2 meses se parecen mucho a la situación comentada acerca del crio; o espabilamos un poco más o estos partidos medio hechos van a empezar a perderse.


 O'Leary celebra una jugada (Alba Pacheco, Encancha.com)

Empezando con la crónica del partido, poco se le puede criticar a los jugadores, a pesar de la desorganización ya habitual en defensa (esta vez al menos se defendió a ratos) y una gran cantidad de jugadas resueltas en el 1x1 hubo un punto de frescura en el juego por parte del nuevo fichaje Earl Rowland. Earl es un base que en los últimos años ha estado vagando con el este de Europa en equipos de cierto bagaje (Banvit, Khimki) asumiendo bastantes galones y jugando a buen nivel. Su manera de dirigir al equipo ayer nos hizo recordar lo que es tener un base con experiencia, confianza y sobretodo conocedor del pick and roll central (junto con Kravtsov volvió loco a su defensa).
Al contrario de lo que parece por todo lo que llevo escrito, empezamos el partido como los solemos empezar últimamente, un poco fuera mentalmente y ellos, que habían ganado 4 de los últimos 5 partidos, aprovecharon esta desconexión mental para ponerse 10 arriba, tocaba remar otra vez desde el principio. Pero Pako Cruz con un par de triples sofocó la diferencia al final del primer cuarto, solo a 4 jugando a un nivel bastante regulero.
En el segundo cuarto pudimos ver un poco también las carencias que mostraron más ellos a principio de temporada, la alta dependencia de su quinteto titular (más de 30 minutos para 3 de sus titulares) quienes asumen prácticamente todo el peso ofensivo del equipo lo que permitió que gente como Kemp, o un O’Leary que va recuperando confianza, igualasen el marcador al descanso. Con destellos de garra como la jugada donde acaba la primera parte en la que conseguimos conectar un pase de 20 metros que enchufa Ian.



Kravtsov, el termómetro del equipo (Alba Pacheco, Encancha.com)


El tercer cuarto lo comenzamos con una de nuestras típicas empanadas, pero esta vez equiparable a las de la época de Maldonado o Fisac, 0-7 de inicio y tiempo muerto, uno con el pensamiento de “ya estamos otra vez” y otra vez remontando, en este caso el buen hacer de Pako y la superioridad de Kravtsov (lo bueno que es este hombre para el Fuenla cuando está al menos concentrado) nos dieron una pequeña ventaja incluso fue un vaticinio de lo que iba a ser el último cuarto: un Fuenla con garra.

Comenzó el último cuarto y salimos a por el partido, convencidos de nuestras posibilidades a pesar de que Clavell enchufaba canastas a cada cual más difícil todavía, pero hoy se veía otra cosa, se asomaba para ellos el fantasma de 11 años sin ganar, del convencimiento de nuestros jugadores de que pueden ganar más partidos y estar más arriba de lo que están, y eso se vio en como Gentile vagó por la cancha el último cuarto después de no poder ni llegar a lanzar a canasta las 2 veces que lo intentó.

Y llegamos al momento del desenlace, donde se pueden discutir muchas cosas a nivel de criterio arbitral estando la historia ya escrita, la única verdad es que hubo un equipo que creyó en sus posibilidades a pesar de venir peor sobre el papel y que consiguió llegar 4 arriba a 8 segundos del final donde lo que pasó después fue una sucesión de caos que insufló a los presentes en la pista.
Al final perdimos el average (estando tal y como está el Estu va a ser difícil que vaya a ser trascendental en nuestra permanencia) pero ganamos algo más importante, confianza real porque hemos competido he incluso dominado al final a un rival que venía haciendo las cosas bien, porque, siendo realistas, lo que ocurrió en el Palacio de los Deportes la semana pasada es algo habitual en el Real Madrid de esta temporada.

Simplemente finalizar este artículo con 2 apuntes: 1. Hubo una especie de show en el descanso con la cantera o algo así parecía, no tenemos que reírnos de ellos imitándoles en lo de parecer que tenemos cantera que consigue crear jugadores ACB (fichar con 17 años no es cantera).
2. El que escribe estas líneas no confiaba en la victoria ayer y, aunque al final la temporada acabe mal o tengamos momentos de juego caóticos, si estos jugadores se dejan la piel en cada uno de los 15 partidos de liga que restan, tendrán mi total apoyo y seguramente el de la mayoría de la grada.

Por cierto, un saludo a Alex Llorca y a Marc García, son los que lo tuvieron que pasar peor ayer por no poder ayudar más al equipo en cancha, para el primero esperamos que solo sea un susto y te podamos ver luchar de nuevo en el Fernando Martín y, para el segundo,  decirle que se ha vuelto un año duro pero que es un jugador increíble y que lo normal es que corten por donde menos experiencia hay, ambos son 100% ADN Fuenla. Leer más...