viernes, 26 de noviembre de 2010

Penny Ann Early: la primera mujer en una liga profesional masculina

Lo reconozco, esta entrada no tiene nada que ver con el Fuenla y tengo retrasadas otros textos, pero es que la historia de los Kentucky Colonels de la antigua ABA seria digna de ser contada en cualquier programa humorístico y formar parte del guión de muchachada nui, museo coconut.... y no podía resistirme a poner "esto".




















En estas fotos podéis ver al presidente de los Kentucky Colonels y a uno de sus fichajes más mediáticos. El hombre y la mujer que acompañan al perro no se quienes son, así que podéis imaginaros quienes son el perro y la chica del balon…….

Penny Ann Early fue la primera mujer en disputar un partido profesional de basket en una liga masculina, y con su 1,60 (viendo las fotos sospecho que fue medida con tacones) y 51 kilos, y minifalda protagonizo una de las grandes anécdotas del deporte.



En realidad nuestra protagonista había logrado la primera licencia femenina de jockey profesional en Lousiville , pero fue machistamente boicoteada para impedirla participar y por tres veces impidieron su concurso en las carreras de caballos.

En tiempos en los que cualquier publicidad es buscada como tesoro, la ABA era el paradigma de lo bizarro, el lugar donde todo podía pasar, y los Kentucky Colonels decidieron que Penny Ann necesitaba publicidad para su lucha por la igualdad, y que sus bolsillos se verían beneficiados de esa misma publicidad.



La maniobra era un poco “perra”, pero si tenemos en cuenta que el presidente del club era oficialmente un perro, el cual por cierto aparece en el logo del equipo y era tratado a cuerpo de rey, poco queda por comentar.

Era la temporada 68-69, y al entrenador Rhodes se supone que no le haría mucha gracia gastar una ficha de base en una “jugadora” sin un solo minuto de vuelo sobre el parquet, pero la muchacha realizó el calentamiento contra Los Angeles Stars (27 de noviembre).



La imagen de Penny Ann realizando el calentamiento, con sus compañeros Gene Moore, Louie Dampier y Darel Carrier vigilándola (a ella o a su minifalda, por que las miradas iban muy abajo) y luego en el banquillo, sin que los pies la llegaran al suelo, ya fue bastante surrealista para la mayoría, pero la maniobra no estaría completa sin salir a jugar, así que la mandaron a pedir cambio…… y en un acto de inocencia adorable se puso a charlar amistosamente con el venerable anciano de la mesa de anotadores, que si el frío que hace en noviembre, que si la cena de acción de gracias, que si los nietos…..



Total que llegó a la pista con el número 3, que ya era famoso antes de Iverson, y todos los jugadores quedaron tan impresionados que ningún rival osaba acercarse a defender a la nueva estrella. Totalmente libre de marca, A Bobby Roscoe no le quedo otra que enviarla un pase….. que termino fuera de la pista.
Esos detalles de las líneas de pista, no podrían con una luchadora, así que Penny Ann correteo hasta la bola, y regreso a pista dando alegres saltitos mientras decidía que jugada era la más adecuada, para finalmente devolver la bola a un atónito Roscoe, sin que nadie se atreviera a obstruir semejante genialidad.

Roscoe no pudo sino solicitar tiempo muerto, advirtió al arbitro que sabia que no le correspondía, que el balón pertenecía a Los Angeles, y que no tenia derecho a pedirlo, pero que por favor se lo suplicaba en nombre de los más sagrados dioses del baloncesto.

Penny Ann no volvió a pisar una pista de basket, pero mientras todos los medios trataban de despedazar a los Colonels por la maniobra publicitaria, a nuestra protagonista la concedieron al fin el derecho a disputar una carrera de caballos, ganando en su primera participación en el que de verdad era su deporte.
Quizás no tuviera futuro entre canastas, pero con los caballos tenia talento la chiquilla.

Visto desde el prisma del basket la historia puede sonar ridícula….. mejor dicho, es ridícula.
Desde el lado de las carreras de caballos, se trata de un claro caso de discriminación, con amenazas de huelgas, numerosas declaraciones negativas y afirmaciones tan poco afortunadas como la de Hartack, que pese a ser uno de los pocos jockeys que la apoyaron terminó muy mal su frase “Creo que se debe dar a las mujeres la oportunidad de correr. Y no lo digo porque haya salido de paseo con Penny Ann hace algunos años. Las mujeres tienen derechos legales, probablemente en demasía, pero los tienen”.

Pero si lo miramos desde el punto de vista de las mujeres, y pese a todo lo rocambolesco que hubo, no era más que un paso más en la lucha por tener derecho a realizar las tareas que querían, en unos años donde la sociedad las veía de una forma muy distinta a la actual.

3 comentarios:

  1. Por un momento creí que la historia acabaría con el primer perro que jugo en la liga de baloncesto...se han echo tantas películas

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  2. y te parece poco que el perro fuera el presidente

    imaginate el fuenla dirigido por un pony y el fuenli de pivot

    ademas, ¿que me dices del uniforme de juego? o de presentarse en el parquet con tacones en la previa?

    vamos, que viendo como os pusisteis con stefanson el otro dia..........

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  3. Y el Fuenla buscando desesperadamente un patrocinador... Con la cantidad de cositas que podríamos hacer para llamar la atención.

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