miércoles, 17 de noviembre de 2010

Consideraciones de un hipotetico limite salarial ACB

De forma casi automática cada vez que se habla de la situación económica de la ACB en muchos ambientes salta la liebre del “limite salarial”, generalmente pensando en la imitación de la NBA, aunque de vez en cuando algunas personalidades avanzan más lejos y se plantean la viabilidad de una normativa de estas características y sus posibilidades (así como las imposibilidades).

Para empezar no debemos olvidar que el limite salarial no sería una innovación para la ACB, sino que ya existió en su prehistoria , desde la creación de la asociación hasta el 92, y posteriormente durante algunos años como sucedáneo.
Tiempos en los que por normativa la ficha numero 10 de la plantilla debía pertenecer a un sub-23, y un club tenia una cifra máxima para destinar al pago de sus plantillas.



En estas condiciones que ahora requieren muchos entendidos en beneficio de la igualdad, tan solo Madrid (3), Barcelona (4) y Joventut (2) habían logrado ganar la liga (todas en series consecutivas)
Sin este limite salarial, Badalona no volvió a repetir titulo y a los otros dos se les sumaron Baskonia (3), Unicaja (1) y Manresa (1).
No parecen resultados muy distintos, pero si que en aquellos primeros años los grandes equipos tenían un aura más inaccesible, limite salarial incluido, e incluso hay estadísticas que lo atestiguan (y que ya comentaremos en una próxima entrada).


A día de hoy muchas voces claman que el limite es inverso, Pedro Martínez lo indicaba en su tweeter, denunciando que el presupuesto mínimo era en realidad un limite salarial por el extremo inferior, y Pepu Hernandez desarrollaba más esta idea en una entrevista al “blog del Bressol”, donde señala que el autentico límite actual es al Euroliga.

La máxima competición continental significa un aporte económico importante, tanto directo por la propia estructura como indirecto por la capacidad de arrastrar marcas comerciales ante una mayor exposición a clientes y medios, convirtiéndose en la gran frontera.


-El Baloncesto tampoco se ha librado de la crisis económica, ¿crees que sería bueno poner límite salarial para intentar evitar bancarrotas y también hacer la liga más competitiva?
No lo sé, esto es muy complicado. Yo creo que tendría que haber un momento en que habría que pensar realmente en esto. Se habla mucho, pero yo creo que seriamente no se ha tratado casi nunca. Yo creo que ya está existiendo de cualquier forma que existe un límite salarial distinto, de otra forma aplicado, que son los equipos que participan habitualmente en la competición europea, en la Euroliga, que tienen otro tipo de ingresos, de apoyos y creo que se están creando claramente dos categorías.
-¿Crees que los equipos que reciben dinero de fuera del baloncesto desvirtúan la competición?
Bueno, de fuera del baloncesto todo el mundo recibe algo vamos a decirlo así. Creo que el baloncesto en sí no produce lo suficiente como para poder ver el grandísimo nivel que tenemos. Es bueno y bienvenido sea el dinero que viene de fuera del baloncesto bien entendido por los patrocinadores, esponsors, etc. Creo que es un dinero bien recibido porque merece la pena seguir manteniendo un nivel muy alto en nuestras ligas.



Interesante reflexión la de que el baloncesto sea incapaz por naturaleza de generar todo el capital necesario para alimentar a la segunda liga del mundo, por lo que el dinero “exterior” sea imprescindible en opinión de Pepu para que el circo siga funcionando al nivel actual.
Las implicaciones son muchas, puesto que esto indicaría que el dinero que Madrid y Barcelona inyectan en el mercado al pagar altas cifras por las estrellas de los equipos pequeños sería precisamente el que posibilita a estos disponer de “figuras” o incluso sanear las cuentas que estos mismos jugadores habían desalineado.
El Granada sería un claro ejemplo, respirando gracias a la inyección del traspaso de Ingles, pero acercándolo al Fuenla, es difícil que Oleson hubiera sido tan rentable si la venta al Baskonia hubiera sido directa sin pasar por el Madrid como intermediario.

Os recomiendo esta entrevista de Pepu, donde además de temas relacionados con la penya, habla de los distintos ritmos de la selección y los clubes, la presión actual sobre los jugadores en formación, e incluso defiende los cupos como un “mal menor” ante otras circunstancias.

Incluso se atreve a indicar que si ahora mismo uno de los equipos más rentables es la selección española, parte de ese dinero debería reinvertirse en la formación llevada a cabo por los clubes.
Me pregunto si estas ideas son posteriores o formaron parte del desencuentro con los estamentos federativos.


Una vez escribí que también era posible que los clubes percibieran dinero por todos los jugadores, en cualquier categoría, que formaran parte de las selecciones nacionales. Si a lo mejor no está el dinero en los clubes, está el dinero en la Federación española porque entra dinero en la Federación española
porque el primer equipo de la Federación es uno de los primeros equipos del mundo en este momento, también es cierto que debería de revertir un poquito también en los clubes que forman a los jugadores, que han llevado jugadores a la categoría sub-20, sub-18 y también incluso a la senior absoluta.




El año pasado, en el marco de una mesa redonda conjunta de los principales deportes profesionales, las máximas autoridades tanto patronales como de jugadores y el mismo consejo superior de deportes analizaban lo inviable de copiar el sistema americano, dado que este vulneraria la legalidad europea.
Y las asociaciones de jugadores implícitamente dejaban clara su postura negativa al respecto, por lo que las denuncias judiciales serían seguras y además fáciles de ganar.

Al menos mientras las características fueran las mismas que en USA, ya que casi todos consideraban que se debía incluir algún elemento regulatorio, pero ninguno se atrevía a especular sobre bases asentarlo.

Josep Senespleda indicaba que este límite salarial debería considerarse sobre el volumen de negocio de la temporada anterior y nunca sobre el presupuesto, recordaba que en la ultima “gran crisis” económica española, se hablaba de que un máximo del 56% de la cifra del presupuesto era la que podía destinarse a la masa salarial de los jugadores profesionales. Esto dejaría un margen para financiar canteras, estructuras de clubes y lo que es más importante, solventar pagos con hacienda y similares acreedores actuales, ya que estas partidas son las primeras en resentirse con el sistema actual.

En contraposición al resto de contertulios, hay que prestar atención a las declaraciones del expresidentes del Real Madrid, Juan Onieva, por que son de traca.
Básicamente expresa una negativa rotunda a cualquier elemento regulador, e incluso se permite amenazar con la creación de competiciones internacionales que sustituyan a las actuales.
De hecho esta es la idea básica que ahora enarbola la euroliga, una categoría superior a las competiciones nacionales donde tuvieran cabida la elite de forma semicerrada.



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