Y este domingo... nuevo horario.

A.G. Fuenlabrada - Cai Zaragoza.
Pabellón Fernando Martín.
Domingo 1 de Febrero. 12:15 horas.

Después de las polémicas de principio de temporada sobre la decisión del club de jugar en domingo por la mañana de manera oficial, resueltas con una vuelta a los orígenes de los sábados por la tarde acogida con agrado por la afición, este próximo domingo la televisión vuelve a mandar.

Pero no la "nuestra" (bueno, Telemadrid en realidad de nuestra no tiene nada, más bien es de otros), sino por Aragón Televisión que es quien tiene el horario fijado para las retransmisiones baloncestísticas a las 12:15 horas del mediodia.

Esta es una nueva muestra de la ineptitud de la ACB a la hora de vender su producto. Creyendo que con que éste salga por televisión de la manera que sea va a conseguir adeptos cuando la realidad dista mucho de eso. Por ejemplo el supuesto partido de la jornada que retransmite La 2 de Televisión Española el cual te puedes encontrar los sábados a las 18:00 horas, a las 19:00 o incluso a las 20:00.


Todo aficionado al fútbol (a pesar de las guerras entre Mediapro, Sogecable y compañía) saben que los sábados tienen su partido a las 22:00 horas; independiéntemente de quien juegue. Así como los domingos, quien sea abonado a Canal Plus, tiene su partido a las 21:00 horas. Así desde hace ya bastantes años. Sin embargo el aficionado al baloncesto tiene que estar muy pendiente de los medios o de internet para tratar de localizar los partidos que puede ver y sus horarios.

Pero el colmo es lo que vamos a vivir este próximo domingo. Un adelanto de quince minutos sobre un horario ya de por si malo que me arriesgo a adelantar se notará en las gradas del Fernando Martín. La entrada a la hora de comienzo del encuentro será más floja de lo habitual, seguro. Eso si, espero que los nuestros no lo noten en la cancha.

Nuevamente un error más de la ACB. Una entidad tremendamente mal gestionada que está desaprovechando los mejores años de la historia del baloncesto español encerrándose en una egolatría galopante.