domingo, 4 de enero de 2009

De infarto. A.G: Fuenlabrada 88 - 86 Iurbentia Bilbao



Este Fuenlabrada levanta pasiones. Una hora y media antes del comienzo del encuentro, una larga fila de personas aguardaba en las inmediaciones de las taquillas del Fernando Martín para conseguir las invitaciones que se entregaban a los abonados para ver este partido. Los afortunados amigos/familiares que las recibieran deben de estar bastante agradecidos a quienes tubieron el detalle de regalárselas porque el Fuenla volvió a brindarnos un partido espectacular.



Con un Fernando MArtín a rebosar, que recibió a Salva Guardia como se merece, con una gran ovación, los nuestros salieron muy fríos en ataque, les costó calentar las muñecas hasta bien mediado el primer cuarto donde comenzó el partido realmente.

A partir de ahí el conjunto bilbaino llevó la voz cantante en el marcador con un Fuenlabrada funcionando a arreones ofensivos y con un unico problema en defensa poco habitual en los nuestros; la gran cantidad de rebotes ofensivos que fue capaz de capturar el conjunto vasco aprovechándolos para anotar en segundas o terceras opciones.

Llegamos entonces al último cuarto, con once puntos de desventaja cuando Pasalic anota un triple nada más comenzar. Nubarrones negros y la sombra de una derrota que nos podría dejar muy cerca de las posiciones de descenso y muy lejos de los puestos en los que el Fuenlabrada merece estar por el juego que está mostrando esta campaña.

Pero este año hay magia. Cuando peor pintaba el asunto, el equipo subió un par de puntos su nivel de exigencia defensiva, el público se despertó y aportó lo suyo y Oleson y Valters cogieron el timón ofensivo del equipo y con su acierto nos volvimos a meter en el partido con un parcial de 19-3 en 5 minutos. Es lo que tiene este equipo; cuando pone la sexta velocidad puede resultar demoledor.

De ahí al final del partido sufrimiento, mucho sufrimiento. El Bilbao trata de cerrarnos todos los caminos en defensa y en ataque se limita a lanzar de tres puntos o en su defecto a buscar descaradamente la falta (con la complacencia arbitral de por medio) como estandartes ofensivos. Entonces aparecie la segunda linea. Un Antonio Bueno acertadísimo en ataque en los últimos minutos, un Leo Mainoldi valiente (que lejos de la imagen que dejó a principios de temporada) y un Matias Sandes excepcional en defensa dieron la victoria al Fuenla cuando los corazones se nos salían por la boca.

Una nueva victoria en casa que nos acerca otro pasito más a nuestro principal objetivo, la salvación, pero que además nos mantiene con opciones de entrar en la Copa del Rey en la última jornada ante el Real Madrid.

2 comentarios:

  1. Matías yo siempre confíe en tí

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  2. A cruzar los dedos para que el Pamesa pierda en Bilbao.

    Invasión naranja en vistalegre!!!!

    Podemoossss!!

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