lunes, 18 de abril de 2011

El horror y el éxtais.



Después del subidón que nos produjo el jugar en tres jornadas consecutivas en nuestro pabellón ante equipos Euroliga como Barcelona, Caja Laboral y Power Electronics Valencia, acudíamos de nuevo al Fernando Martín con poca tensión; casi la misma que hace 15 días ante el Menorca.

La gran mayoría teorizando sobre nuestra superioridad por lo que dicta la clasificación en lo que debería ser un nuevo triunfo sin mucho sufrimiento.

Pero nada mas lejos de la realidad. Ahí enfrente estaba esperándonos el Assignia Manresa; equipo áspero y espeso donde los haya que se presentaba con unas credenciales bastante significativas: El peor ataque de la liga (65 puntos de media) y la cuarta mejor defensa del campeonato (71 puntos recibidos de media), solo por detrás de Barcelona, Real Madrid y Valencia. Números que ya se habían visto ejemplificados en unos llamativos resultados (Manresa 58-42 Cai Zaragoza o el 49-48 en otra victoria ante el Meridiano Alicante).

Poco tardamos en darnos cuenta de como se las gastaban los manresanos. Ritmo lento y parsimonioso en todos y cada uno de sus ataques, tanto que en prácticamente todas las ocasiones sus bases iniciaban las posesiones andando y cruzando el campo con 18 segundos de posesión restante. Este tipo de ritmos, cuando no estas demasiado acertado de cara al aro, son extrañamente contagiosos y el Fuenlabrada de hoy no ha sido una excepción.

Metamos en el saco también al público, que ha despertado en el último cuarto cuando ha visto que el partido corría peligro... Y tanto que muchos casi lo dábamos por perdido cuando marchando dos puntos abajo en el marcador, Ayón entregaba mal un pase y regalaba la penúltima posesión al equipo catalán.

Tal vez por justicia poética, esa posesión fue agotada hasta el final por los manresanos. Pero tanto, tanto, que Slokar lanzaba claramente fuera de tiempo... y anotaba una canasta de dos puntos que sorprendentemente subía al marcador provocando la histeria de Maldonado y tras unos momentos de duda era anulada por el trío arbitral.

Tiempo muerto y poco mas de 5 segundos en el marcador para una jugada rápida. El resto de la historia en el video que adjuntamos al artículo. Eso si, aun restaban ocho décimas para que Montañez armara un triple que ponía un nudo en las gargantas que hacía segundos festejaban una victoria casi segura.

Balón al aro y explosión de júbilo en el Fernando Martín. Valters medio manteado por sus compañeros en el centro de la pista. Y una valiosísima victoria para la lucha por entrar en el playoff tras una dura semana en lo extradeportivo para los nuestros.

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