viernes, 19 de marzo de 2010

Deuda con la historia


El Baloncesto Fuenlabrada acumula ya unos añitos de existencia, y varios proyectos a sus espaldas, viendo como jugadores que parecían eternos van dejando paso al transcurrir de las temporadas.

Este curso se modificaba radicalmente la configuración de la plantilla, por fuerza de ofertas con las que no se podía competir, pero aún así es algo que deberemos estar preparados para ver en más ocasiones, y con tan solo dos jugadores que se mantuvieran, mucha gente se ha quejado de una falta identidad en el alma del equipo.
Dejando aparte debates sobre lo ocurrido, durante estos años acostumbrábamos a ver como los veteranos enseñaban a los recién llegados, como el sentimiento de la historia inundaba el vestuario y cada jugador sabía perfectamente no solo su lugar, sino también lo que representaba para su afición.

En un deporte cada vez más competitivo, pero donde se va dificultando el acceso al dinero, los clubes tienen que utilizar cada activo que posean para convencer a los mejores jugadores disponibles, y si en tantas entrevistas se ha nombrado la afición de Fuenlabrada y su devoción por el equipo como un factor influyente, es hora de añadirle a ese elemento la historia del equipo, que la figura de los veteranos este presente no solo en consejos y minutos, sino también en la propia atmosfera del pabellón.

Desde nuestra modestia hemos podido disfrutar de grandes figuras, de jugadores que no solo portaban la camiseta con orgullo, sino que nos hacían ilusionar.
Este es un activo que se debería potenciar y que cuando alguien fiche por nosotros y entre al Fernando Martin, vea el camino a seguir desde el primer minuto, que se sientan reflejados en los Perasovic, Solana, Ferrán López……

Posiblemente sea hora de que se retomen viejas ideas, retirar sus dorsales, colgar sus camisetas bien visibles, que su legado perdure en las paredes del pabellón además de en los recuerdos.

Ellos deben ser los estandartes, pero no deberíamos quedarnos allí, y si ya en ocasiones anteriores se colgaron posters de diversos jugadores en las paredes, es hora de incidir en la idea, pero un mayor calado histórico.

Los pasillos y las entradas del que debe ser un fortín deberían mostrar las caras de aquellos que han sudado para que disfrutemos de la ACB, y personalidades tan fuertes como David Wood, José Manuel Calderón, Walter Herrmann, Richard Scott, Salva Guardia, José Antonio Paraíso, Tom Wideman, Saul Blanco… deberían tener un hueco en las paredes, cuadros que caldeen aún más el ambiente, pero sobre todo, que cuando nuestros actuales jugadores levanten la vista y busquen el marcador vean también los números de los tres más grandes.

Ayudémosles a conocer cómo queremos que se comporten, como se abren las sendas de la lucha, y que si se entregan no se les olvidara.

¿Imaginaos entrar en el pabellón con semejantes pedazos de historia, como se puede sentir un deportista sabiendo el agradecimiento que tendrán sus esfuerzos?
Provoquemos esos sentimientos en ellos también, es la hora de asentar las bases sobre las que montar futuros proyectos, es el momento de que reclamemos un pequeño tributo a la historia, y que esta nos ayude a seguir avanzando

3 comentarios:

  1. GENiAL,EMOTIVO.gracias ,por recordar lo que no debemos olvidar.mami blues

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  2. un blues en el exilio solo puede decri ante esto amen.

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  3. Paco dixit:

    Ya sabeis mi opinion sobre lo de retirar dorsales. Sin menospreciar un ápice el peso histórico de los Ferran, Perasovic o Richard Scott, creo que el equipo debe aspirar a encumbrar leyendas en el equipo que sean mas importantes que las actuales. Somos un equipo de de corta vida, y me gustaria que en este equipo emergiera una figura más importante que la de Perasovic. Me parece perfecto la idea de colgar poster a la entrada del pabellon y en el interior de la cancha.

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