martes, 25 de noviembre de 2008

Kaoticos recuerdos: Nate Huffman

Cuando el joven Nate Huffman terminó su periplo en la universidad de Central Michigan el objetivo era claro, la NBA, con mayúsculas, y tan seguro lo tenía que el logo con la figura de Jerry West adornaba su hombro.
Pero deseo y realidad no siempre se funden y tras ser rechazado dos veces, al no draftearlo y después cortarlo en los Clippers sin debutar oficialmente, inició un peregrinaje europeo que le devolvió a las Américas, en los canadienses Toronto Raptors.
Allí se lesionó gravemente acabando con una carrera prometedora y tras un par de intentos infructuosos de vuelta a las pistas es hora de mirar atrás y recordar a un hombre importante en nuestra historia, por que fue de aquellos valientes que nos enseñaron a soñar, a no guardar pleitesía a la aristocracia de la ACB.

Jugador de brazos interminables y con una gran movilidad, lo que le permitía ocupar muchísimo espacio y ser difícilmente defendible.
Acostumbrado a los mates y taponar a quien se despistara, se acostumbró muy fácilmente al juego rápido y alegre, causando estragos en el centro de la zona durante varios años tanto en ACB primero y en toda Europa después, antes de conseguir su gran sueño, jugar en la NBA.



Huffman, natural de Battle Creek, Michigan, se inició en el pequeño Lansing Community College donde en la temporada 94-95 promedio unos brutales 29.8 puntos 14.5 rebotes y 6 tapones, con un 66.8% de tiro, llegando los primeros reconocimientos en forma de galardones y siendo reconocido aun hoy como su alumno más famoso.
En la universidad de Central Michigan estuvo dos temporadas, el segundo año con 17.2 puntos, 11 rebotes (líder de la MID-American) y 1.8 tapones, además de puestos destacados en los rankings históricos de la universidad.

En principio parecía suficiente para reclamar la atención de los ojeadores y el bueno de Nate, con su cara de no haber roto un plato, decidió dar el salto, para ser rechazado sin escuchar su nombre. Hay que tener en cuenta que ese fue el draft de Tim Duncan, evidentemente superior, pero quizás se sobrevaloró a gente como Tony Battie, Adonal Foyle, Kelvin Cato, Scott Polard o Drobnjak (por qué siempre aparece este tío cuando hay comparativas con pivots del Fuenla)

En los análisis previos se alababa su rango de tiro, y que sostuviera a su equipo en los rebotes, pero se dudaba de la competitividad que le habrían enfrentado, y se le comparaba a Brad Lohaus, como prototipo de jugador (craso error por otra parte).

Los Clippers al menos le dieron la oportunidad de hacer la pretemporada, pero al configurar el roster le cortaron lanzándolo a la CBA con palabras desalentadoras:
“Tiene que aprender fundamentos técnicos” explicó entonces el entrenador Bill Fitch, “Es difícil de conseguir en la primera aparición en esta liga”
Básicamente, dudaban que fuera capaz de desplegar su juego y consideraban que simplemente había conseguido sus números por estar rodeado de rivales y compañeros mediocres.
Tras esto primero jugó una temporada para los Stampede de Idaho en la CBA, y después volvió a probar en los campus de entrenamiento de Chicago, donde coincidió con varios futuros ACB como Lou Roe, Daniel Santiago, y una batería de pivots que le cerraron el paso, como Olowakandi o Jimmy King (recomendado de Juwan Howard y que firmo mas de 16 puntos)

Finalmente decidió hacer las maletas y buscar un camino alternativo a su sueño, tratando de adquirir los fundamentos técnicos que le reclamaban, y se vino a Europa, pero de nuevo, como en la universidad, empezó por un destino poco conocido aunque nos resulte muy familiar, y es que Huffman fue el elegido para dominar la zona del Fuenla en el segundo año ACB, primero tras el ascenso de la LEB.

Aquella temporada 98-99 nadie contaba con nosotros, y corríamos peligro de ser un equipo ascensor, sin embargo el carácter de los integrantes les impedía asumir que debían pelear por esquivar la cola de la tabla, o retrasar los duelos por el descenso.
El equipo funcionaba como un reloj, agresivo por la seguridad que imponían sus largos brazos, dispuestos a convertir cualquier entrada en un tapón, e iniciando las contras que clavaban en forma de triple Peras o Ferran.

Animados por el ritmo inicial, el estado de forma se fue extendiendo hasta la clasificación a la copa y playoffs. En ambas citas salimos con las manos vacías, pero las bases ya estaban puestas, no éramos comparsas dispuestos a asumir orden establecidos, sino que se nos debía mirar con respeto.

Atención especial al partido que se marcó Huffman en Vitoria, donde se marco 29 puntos, 11 rebotes, 5 tapones y 9 faltas recibidas, o a los 16 rebotes en granada.

Dejando este legado tras de si, Huffman, quien ya no sería nunca mas un desconocido para los scouting europeos, ficho por el Maccabi Tel Aviv, donde disfrutaria de 3 años de éxitos (1999-2002).

Aquí Nate se encontró feliz, ganando títulos y dinero mientras mejoraba aquellas partes de su juego que le demandaban en América.
En lo deportivo, el Maccabi, sempiterno ganador de la liga Israelí, engordo con tres nuevas ligas y copas, obteniendo el premio extra de la suproliga (2001), aquella versión que la FIBA realizo de la copa de Europa el año de la famosa escisión.

Cierto que los equipos griegos, italianos y españoles estaban en la novata euroliga de la ULEB, pero allí quedaba el poderoso CSKA, y el juego de los macabeos fue considerablemente reseñable, recibiendo Nate el premio de MVP, tanto de la liga Israelí, como de Europa, y algunos reconocimiento de la prensa como mejor extranjero independientemente de que lado de la competición europea jugara.
Hay que tener en cuenta que se trataba del primer titulo europeo en dos décadas para un equipo Israelí, por lo se convirtieron en ídolos de masas.

Pero entonces llegaron los malos tiempos, en forma de oleada de violencia en el conflicto Israel-Palestina, produciéndose ataques con mísiles del ejercito Israelí sobre la franja de Gaza el mismo día de la victoria Europea.
Al día siguiente solo una de las dos noticias aparecía en los medios locales, y congregó a 50.000 aficionados en la celebración.



Aquel verano, se situaban en la balanza una oferta de los San Antonio Spurs de 332.000$ (el mínimo de la liga) contra los Dos Millones de euros de los macabeos.
Como detalle peculiar, estas ofertas fueron planteadas el 9 de septiembre de 2001, dos días antes del famoso ataque a las torres gemelas.
Tel Aviv no parecía tan insegura en aquel momento, y menos siendo uno de los jugadores europeos mejor pagados.

El panorama se iba torciendo paulatinamente, llegando a un suceso algo esperpéntico, ya en los últimos meses, cuando tras jugar en Moscú, se le acusó de no haberse esforzado lo suficiente (17 puntos aquella noche), y supuestamente su mujer entró en los foros oficiosos del equipo (Tzahevet, fiebre amarilla), cargando contra todos, y acusándoles de “sólo ayudar al equipo cuando ganan, no tenéis las 'narices' de apoyarles en los malos momentos”, por lo que “preferiría que jugase en el Hapoel, allí valorarían su labor ganasen o perdiesen.”, añadiendo que estaría 'muuuuuuuuuy contenta de que muchos jugadores se vayan la próxima temporada', algo que concluyó con un contundente: 'no os los merecéis'.
Articulo en acb.com del cabreo de Jennifer

Nate comentaba a medios americanos en la primavera del 2002 como una bomba había volado el lugar donde solía tomar un café, o como se encontraba desbordado y asustado por el escenario.
Cierto que la visión estadounidense de los conflictos internacionales suele ser “peculiar”, pero estamos hablando de un chico de una ciudad pequeña rodeado por uno de los conflictos internacionales más complicados, por lo que su miedo era más que lógico.
Entrevista del 2002 para Los Angeles Times

Sin embargo, acompañado por su esposa Jennifer y su hijastro (Clayton, de 8 años por aquel entonces), decidieron quedarse a terminar el contrato, tras asegurarles los servicios de seguridad que estarían a salvo y como agradecimiento al recibimiento que habían tenido allí, y es que siempre recordaron como les trataron excepcionalmente al llegar.

Y eso que se cuentan anécdotas como que en algunos aficionados acudían al palacio de “La Mano de Elias” con mascaras de gas (al igual que en la guerra del golfo -1991), mientras otros americanos abandonaban el país, y su familia tenía siempre prevista la contingencia de volar inmediatamente a Atenas en cuanto lo vieran necesario.

En este clima de sabores agridulces en lo deportivo, con recuerdos de los momentos de gloria y tensiones, más los crecientes peligros sociales, las conversaciones para volver a la NBA se sucedían, entre ellas con los Grizzlies y Celtics, pero fueron los Raptors quienes realizaron la apuesta mas satisfactoria deportivamente, y lograron el fichaje de uno de los pivots dominantes del viejo continente por 5.1 millones de dólares por 3 años (el tercero opcional para el equipo).




Finalmente todo se torció en Canadá, donde solo pudo jugar 7 partidos por una lesión de rodilla, de la que le acusaron haber callado el día de la contratación, cortándole de forma fulminante.
Tras reclamaciones judiciales, le fue dada la razón al jugador, haciendo responsables a los Raptors del contrato.
Es curioso como esta historia recuerda algunas declaraciones del caso Garbajosa, y es que la historia parece haberse repetido, aunque ahora haya tenido distinto final, tal vez por la experiencia adquirida de los canadienses.

En el 2004 realizó un último intento por volver a las canchas en el scavolini de Pesaro, pero no logró superar las pruebas físicas, retirándose definitivamente.

Las últimas noticias indican que ha fundado un campamento para niños junto al también exjugador Constantin Popa (Israeli-Rumano), aunque no ha sido posible contrastar esta noticia mas allá de la Wikipedia, por lo que siempre debe ponerse entre algodones.

A modo de curiosidad, cuentan las leyendas urbanas que en la temporada de Fuenlabrada, Nate Huffman pidió un permiso para ir a EEUU, y que al volver al entrenamiento trajo a su novia, desvelando el motivo del viaje.
Y es que se le veía bastante orgulloso, presumiendo de la operación de aumento de pecho que la había regalado.


2 comentarios:

  1. ¡MAGNIFICO ARTICULO!

    Sin palabras. Bueno si, ¿porque no lo pones en la wikipedia?

    ResponderEliminar
  2. Como dato estadístico extraoficial indicaros que Huffman es el jugador de la historia del Fuenlabrada que más puntos ha anotado ¡en la canasta propia!

    Que yo recuerde al menos en tres ocasiones en aquella temporada Huffman tras intentar rebañar el balón en los tiros libres del contrario acabó "palmeando" el balón hacia adentro con los consiguientes dos puntitos para el casillero rival.

    Eso si, en su descargo hay que decir que en numerosas ocasiones sacó balones que entraban y que por tanto hubieran sido puntos seguros para el rival.

    ResponderEliminar