El baloncesto vuelve a casa.

Exactamente un mes después del último partido liguero en el Fernando Martín, el Fuenlabrada vuelve a jugar en casa ante un presumiblemente renacido Estudiantes. Entre medias, aquel vibrante partido en Barcelona en el que a punto estubimos de llevarnos la victoria.

Comienza ahora una fase del calendario en la que el Fuenlabrada disputará los tres próximos partidos ante rivales de nuestro nivel, por decirlo de alguna manera: Estudiantes y Manresa en casa y Menorca fuera. Un buen momento para pegar un pequeño estirón en la clasificación y acomodarnos en puestos de playoff o bien sumirnos en aguas demasiado tranquilas que honestamente no es lo que apetece por estos lares.

El domingo, a las 12:30 horas, el Estudiantes. Un rival que históricamente no se nos ha dado nada bien. De los veintiun enfrentamientos previos tan solo hemos vencido en seis, pero ojo, los tres últimos enfrentamientos se han decantado de nuestro lado. En el último, en la primera vuelta de esta temporada, vimos uno de los mejores partidos como visitante que el Fuenlabrada ha disputado en toda su historia. El resultado final 71-89 reflejó la inmensa superioridad de los nuestros que se llevó a cabo con un constante martilleo desde la linea de 3 a cargo de Oleson, Saul y Mainoldi apoyados en un buen partido de Ramos que descuadró los planes estudiantiles.

El del proximo domingo es sin duda una reválida para el conjunto de la capital que mostró una gran mejoría en la Copa del Rey y que buscará seguir en esa linea para tratar de pasar menos apuros que la temporada pasada, al menos en la pista, porque en los despachos el asunto sigue complicado. Enfrente nuestro equipo, con ansia de ganar y volver a coger el ritmo tras un mes atípico debido a la chapuza "Obradoiro".