martes, 5 de enero de 2016

5 pasiones.

Ayer hice una espontánea carta a los Reyes Magos; quería conocer las sensaciones, los pensamientos, las vivencias de algunos de nuestros Blues más jóvenes tras una jornada tan apasionante como la del domingo. Y la verdad es que fueron rápidos, muy rápidos en concederme el deseo. Este es el resultado:

@chisnieto94
Vivimos una época feliz ahora mismo, en la que estamos sintiendo algo que hacía tiempo que no sentíamos, una temporada que seguramente, ni los más optimistas pensábamos que fuese a ocurrir. Un equipo todo corazón, todo garra, todo lo que esta afición quiere, lo que esta peña quiere.
No estoy aquí para hablar del equipo, de la temporada o del futuro, sino para hablar personalmente de otro tipo de sentimiento, el de pertenecer a Fuenlabrada Blues. Llevo como abonado al club poco más de una década, siempre al otro lado, siempre viéndolo desde la distancia, siempre diciéndome a mí mismo, “algún día estaré en ese cajoncito, con los de azul”, gente que se dejaba las gargantas cada partido. Ya son tres años con ellos, y los que quedan, de eso estoy muy seguro. Se puede decir que he vivido y estoy viviendo las dos caras de la moneda, la temporada pasada con el descenso deportivo, no consumado por temas de despacho ya sabidos por todos. Una época difícil, en la que siempre intentábamos dar todo lo que podíamos desde fuera de la pista, todo lo que había en nuestra mano, caían las derrotas, la tristeza y la decepción de lo que se avecinaba era evidente, pero hay algo que nos caracteriza, SIEMPRE vamos a estar ahí.

Estuvimos en Madrid (Estudiantes/Real Madrid), Vitoria, Valencia, Sevilla, San Sebastián y Manresa, todos en menor o mayor número, pero estuvimos ahí pese a todo. Me voy a quedar con algo que nos caracteriza, por una de las cosas por las que me siento orgulloso, algo que no se va a olvidar, ese detalle es Valencia, sí, perdimos de cerca de 20 puntos, pero a falta de 2-3 minutos, los Blues desplazados, decidimos animar el cotarro, sí, la afición visitante, los Fuenlabrada Blues, levantamos la Fonteta, el pabellón del Valencia Basket, porque sí, porque somos unos locos, porque nos gusta el cachondeo, nos gusta el baloncesto y sobre todo nuestro Fuenla.

Este año hasta el momento, llevamos casi las mismas victorias que toda la temporada pasada (7-7, por las 8 victorias de toda la temporada pasada), como he dicho anteriormente, un equipo todo corazón, que no se rinde, que contagia a la afición. Esa conexión equipo-afición que hacía mucho tiempo que no se veía, tiempos lejanos que se iban perdiendo en la memoria.
Con todo esto, no hay mayor sensación de orgullo, ahora que lo estoy viviendo en mis propias carnes, que unos locos de azul (unos más que otros), resguardaditos en su cajón, hagan levantarse, animar y cantar sus canciones a los 4500 aficionados restantes, saber que eres parte de lo que da vida al pabellón, parte de lo que hace que tu equipo vaya en volandas a buscar la victoria, el equipo de tu corazón. Y ahora que se van a cumplir 20 años de esta peña, más que nunca, y por mucho tiempo más, orgulloso de pertenecer a Fuenlabrada Blues.

@Liveinyellow
Hacía mucho tiempo que una no se sentía así de eufórica en un partido, hacía demasiado tiempo que no se me erizaba la piel tras la constante consecución de jugadas espectaculares. Y quién se iba a imaginar soñar con la Copa a estas alturas tras la nefasta pasada temporada, quién iba a imaginar que estamos a un partido de igualar nuestras victorias conseguidas allá por mayo. Y mejor aún si cabe, quién iba a imaginar que el pabellón entero volvería a la esencia de hace unos años.

Cabría pensar que todas estas sensaciones son obra del azar en un partido que se dio bien, pero me he dejado la voz en demasiados partidos que han salido mal, he recorrido muchos kilómetros para ver al equipo perder (e incluso arrastrarse) y he visto al pabellón callado miles de veces para creer a estas alturas que sólo es cuestión de suerte.

Lo vivido el domingo es la suma de trabajo, errores (miles de ellos), y unión, tanto a nivel de parqué como de grada. Porque el otro día fue el culmen de lo que se viene oliendo en anteriores partidos, ya que no fuimos sólo nosotros quienes animamos, sino que fue recíproco. La consecución de cada muestra de agradecimiento por parte de la plantilla hace que cantar, gritar y saltar sea mucho más fácil. El resultado de esta ecuación que tanto nos ha costado resolver no podría ser otro que el de gargantas afónicas y sonrisas en cada cara. Disfrutémoslo, como dice aquel lema, es tiempo de magia.
@Swassass
Es domingo, te levantas con ilusión porque no es un día cualquiera, hoy es domingo de partido, hoy juega el fuenla. Llevas pensado en el partido de hoy desde la noche anterior, estas deseando ver a los 12 guerreros que hoy defenderán la camiseta del equipo y que se dejarán la piel en todo momento. Desayunas rápido para acudir a la previa y contagiarte del ambiente de optimismo que se respira entre otros Blues, nadie quiere comentarlo pero todos soñamos con que hoy ganemos y estar un paso cerca más de la permanencia y de "algo más". Tras una buena hora de charla es el momento de ir al partido, toca el GranCa, equipazo de la parte alta de la clasificación, "son duros" piensas "pero jugamos en casa, todo puede pasar".
Así se va llenando el cajón poco a poco, saludando a la gente que anda algo dormida aún por el horario, pero el presi arranca y todos con él. El partido ya ha empezado y los nuestros empiezan como un huracán, aunque Gran Canaria se sobrepone y se iguala el partido. Nos volvemos a ir y vuelven a igualar llegando al descanso con un regusto de que se podría haber hecho más, estáis aún con la emoción de que esto se puede sacar en la segunda parte. Salen los chavales a la rueda de calentamiento, les gritas y saludan, no hay nada que te meta más en el partido que un gesto haciendo saber que se nota el aliento en la cancha.
Empieza la segunda parte y el equipo muy errático, no podemos parar a sus bestias interiores y mucho menos jugarles por dentro, algo dentro de ti dice "te la han vuelto a colar este año, no hay compromiso y se van a dejar llevar ahora", pero el equipo empieza a mover el balón, Wear mete 2 seguidas en un momento importante y la grada se calienta, se ha despertado la bestia, los luchadores reman y reman hasta dejarlo todo 4 arriba a falta de 1 cuarto y tras un final de cuarto espectacular. La grada está dentro y eso se nota, el equipo totalmente imparable continúa prendiendo la mecha con la lucha y la defensa. Todo termina de estallar en 2 ataques seguidos donde ellos no consiguen pasar del medio campo sin perder la bola, 13 arriba y 4 para el final, comienza la fiesta, los cánticos prohibidos sobre ese algo más, supones que ahora el equipo se relajará como siempre y ganarán de 5, pero no, siguen generando fácil y metiendo cada vez más la grada en el partido. Estos chavales no son los que teníamos habitualmente, estos son unos soñadores como la afición.
Final del partido, se ha ganado de ¡20! al quinto clasificado, en la grada todos de pie coreando el nombre del equipo, suena Rafael con su "que pasará..." los jugadores son reclamados para salir de nuevo a la pista, la fiesta es total. Con todo acabado ya y fuera del pabellón en dirección a casa ya solo piensas en el próximo partido del equipo, y con la ilusión de dar otro paso más, mientras en tu cabeza suena de fondo solo un cántico que te acompañará todo el día, "Dale alegría alegría a mi corazón...".

@rodrisantana
Trabajo e incertidumbre.
Era un domingo 3 de enero, todavía quedaban pequeñas secuelas de la resaca del día 31 pero no importaba porque el partido era a la 1 de la tarde y este Fuenlabrada te invita a levantarte hasta en la peor de tus resacas. Suena el despertador, previo paso por el bar para realizar la previa, contarle a tus amigos de la peña (tu familia de dos fines de semana al mes) la Nochevieja que habías pasado, lo mal que está tu equipo de fútbol, los cambios en el Supermanager y las sensaciones para el partido que se avecina.
Llegas al cajón y te colocas, sabiendo que como los jugadores, también tienes que currártelo y hacer tu trabajo ¿Qué cosas? Vas a un partido un domingo y tienes que trabajar.
De eso se trata el Fuenlabrada de esta temporada, de trabajo, trabajo y más trabajo. Esta temporada comenzamos con las dudas, precedidas de un mal sabor de boca, continuamos con pequeñas sensaciones, que se fueron traduciendo en un mensaje, el hombre del mensaje se marchó, pero la impronta quedó grabada a fuego y es lo que se ha ido produciendo en los últimos partidos en casa.
Las sensaciones que da el equipo son de estar muy trabajado, de explotar al máximo las virtudes y de minimizar los defectos que tiene, y todo ello se contagia hasta la grada. El partido del domingo queda reflejado en el parcial de 7 - 0 que encajamos en el 3er cuarto y que terminó siendo de diez puntos arriba, sin perder la cara, algo impensable años atrás.
Al final sin darte cuenta ganas el partido de 20, con una inmensa alegría en el corazón y es que tanto esfuerzo tiene su recompensa, y como ya contaba a mis compañeros de la peña, si me contasen hace 4 meses que este equipo iba a ser así y que íbamos a poder soñar con meternos en una Copa del Rey, les hubiera contestado: "la droga es muy mala".
En conclusión, nos encanta el "espíritu Fuenla", el luchar hasta el final sin importar el resultado, el no perder la cara al partido, el esforzarte pero es que además a los aquí presentes también nos gustan las recompensas, y una de ellas es la Copa, puede ser un gafe y puede que no entremos pero sólo con la ilusión de viajar y ver a tu equipo, sabiendo todo lo que ha hecho meses atrás, reconforta muchísimo.
Quedan 3 partidos y estamos como al comienzo de temporada, con mucha incertidumbre, con la incertidumbre de que lo mejor está por venir sí o sí, y un servidor está muy intrigado con lo que puede ocurrir en las próximas fechas. Ilusión que llevaba más de 4 años sin sentir, y que ha vuelto a revivir cual ave fénix. La recompensa de mucho esfuerzo y viviéndolo con la pasión que caracteriza a Fuenlabrada Blues. Mi corazón ya tiene mucha alegría.




@jramirezblues


Sólo nos queda disfrutar.

Esta temporada más de uno nos hacíamos a la idea de que íbamos a pasarlo muy mal en la ACB tras ratificarse que íbamos a jugar esta temporada en dicha competición, sobre todo tras unas últimas temporadas en las que el proyecto deportivo no había hecho sino decaer, lo que conllevaba una asistencia y un ambiente más pobre en el pabellón. 
Eso a nosotros, los que no tenemos otra concepción de nuestro "Fuenla" sin estar animándole nos dolía, y mucho. Sabíamos lo que era necesario: una regeneración completa de la plantilla. La directiva lo supo leer, y nosotros supimos aceptar y valorar ese esfuerzo, y volvimos a recuperar lo que habíamos perdido, la ilusión de volver al pabellón cada domingo en el que sabíamos que íbamos a disfrutar y ver a nuestro equipo dar la cara.
Eso se refleja en la grada, se ve como todo el mundo viene dispuesto a animar al pabellón, ya que saben que su equipo va a responder.
A uno se le llena el cuerpo de alegría cuando se da cuenta que no son unos pocos los que cantan porque "es a lo que van", sino que todo el pabellón, semana tras semana, se une a sus cánticos. Y es aún más gratificante cuando los jugadores de tu equipo, ese que te representa en la pista con garra e intensidad, se dan cuenta de tu esfuerzo, de que les animas cuando las cosas van bien, y que eres impredecible para ellos. 
Ante todas estas circunstancias, sólo nos queda disfrutar.


Copyright fotografías. @Lou_mesa  @Alba_pache

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