lunes, 24 de marzo de 2014

Un Blues en Santiago.

   Los viajes son la salsa de ser Blues. Ese sentimiento de acompañar al equipo en un campo “hostil”, esas miradas de niños y mayores señalándote, subiendo las cejas y diciendo: “esos son de Fuenlabrada” no tiene precio. Bueno, sí lo tiene pero ese es otro tema.

   En esta ocasión, cogimos el coche con la ilusión de poder ver a los nuestros dar la sorpresa en el, para un servidor, mejor campo para respirar ambientazo de basket de la actual ACB: el Fontes do Sar de Santiago de Compostela. Hablamos de 6.000 almas animando sin parar desde antes de comenzar el partido.

   No creo que haya nadie que aún no lo sepa, pero es costumbre que justo después de la presentación de los equipos, todo el pabellón, repito TODO, saque sus bufandas al viento y cante al unísono su himno oficioso “O andar miudiño”. Tercera vez que lo podía disfrutar en directo y se me pusieron los pelos como escarpias como la primera. Espectacular.



 El partido tuvo mucha miga: ventajas cortas, decisiones dudosas de los árbitros, jugadas de gran calidad… pero sobre todo, ambientazo. Qué envidia de la mala da ver el Fontes do Sar vibrar con cada jugada, apretar hasta lo indecible, animar hasta quedarse roncos. Y no hablo de peñistas, ultrillas o similares, que a esos se lo doy por supuesto, estoy hablando de la tribuna, del “comepipas”. Un ejemplo: todo el pabellón de pié para defender la última jugada. En Fuenlabrada para que se levante así el público deben lanzar camisetas feas de propaganda.

  Los nuestros jugaron muy centrados desde el principio, con gran intensidad defensiva. Aspecto donde destacó especialmente Feldeine, que acabó robando siete balones. Y es que a veces los números no hacen justicia y quien viera los 25 puntos de Corbacho quizás pensó que el dominicano estuvo flojo atrás y ni mucho menos, persiguió al tirador local por toda la zona y evitó que fuera aún más escandaloso lo de este alero que llama a jugar en un grande la temporada que viene. Lo de este jugador es espectacular y por lo menos cuatro de sus siete triples los consiguió desde cerca de 8 metros, destacando el último, con el que además empató el partido, totalmente desequilibrado y con uno de los nuestros delante. Simplemente imparable. Al final la lógica se impuso y es que nos parecía increíble que un equipo dónde sólo anotaban cinco jugadores, pudiera ganarnos.

  Nuestro equipo tuvo en el dominicano Feldeine a su faro, con un Panko que no estuvo tan acertado como de costumbre, fallando muchos tiros de los que nos parece normal que anote. Cabezas asumió responsabilidades con un excelso último cuarto y nuestro juego interior supo aprovecharse de lo debilitado del suyo y jugó un gran partido, canastón desde el medio del campo de Vargas para acabar la primera mitad por delante, aparte. Y al final, se sufrió y se ganó.

  Novena victoria que nos aleja del pozo, un poco, y nos permite llegar sin tantos agobios al derbi del domingo. Un partidazo donde volveremos a vivir la magia de viajar a un campo hostil… y donde demostraremos que en las gradas, los Blues son mucho Blues, como nos hicieron llegar los aficionados locales y nuestros jugadores al final del partido, reconociendo nuestro esfuerzo para estar con el equipo. Lo dicho, nos vemos en los bares.


 @_TotallyMad


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