Pasan las jornadas y el Baloncesto Fuenlabrada parece que una temporada más le coge apego a la zona baja de la clasificación.
Y es que el equipo no encuentra la regularidad de ninguna de las maneras. Se tapan unas goteras y aparecen otras, y cuando se tanpan estas las primeras vuelven a aparecer y así, poco a poco, se nos está encharcando el suelo y se nos empieza a levantar el parquet.
Foto: Planetacb.com
Pero sin duda alguna lo peor de todo este panorama es el ambiente generalizado de desilusión entre los aficionados semana a semana. Camino del pabellón he escuchado de pasada a unos aficionados hablando de la posibilidad de no abonarse la próxima temporada ya que sus hijos habían crecido y ya no acudían al Fernando Martín. Posteriormente, al acceder al pabellón se observa claramente como las gradas presentan un aspecto bastante desangelado que no desentona con la tónica de lo que llevamos de temporada.
Y llega el momento del juego; lo que principalmente debería atraer a los aficionados. Hoy el equipo ha comenzado bien, con momentos de muy buen baloncesto, defendiendo con intensidad, reboteando en ataque, buscando varias opciones para anotar... Lo que llevamos deseando toda la temporada. Incluso se llega a tener una ventaja de 13 puntos (19-6 min 8) tras un triplazo del capitán Javi Vega. Y a partir de ahí vuelve la peor versión de este Fuenlabrada. Un equipo que encaja unos parciales brutales (en esta ocasión un 10-26 en diez minutos) con un cuerpo técnico incapaz de encontrar las soluciones para atajarlo.
Pero hoy no estábamos en el tercer cuarto sino en el segundo, así que ha habido tiempo suficiente para que poco a poco el equipo se recomponga. Con lentitud han vuelto a coincidir en pista los jugadores mas inspirados hoy y en el ultimo cuarto, con los aficionados en plena ebullición, el Fuenla vuelve a estirar el marcador 68-59 y parece que si, que hoy puede ser el día. Pero no. Nuevamente los mismos fantasmas y ante un Gran Canaria castigándonos una y otra vez desde el triple se vuelve a encajar un parcial demoledor (5-19 en cinco minutos) que nos manda casi definitivamente a la lona.
Aún así, y es lo elogiable en el día de hoy, el equipo trata de pelear hasta el último momento realizando varias buenas defensas que impiden anotar al GranCa llegando a tener Panko un triple para empatar el partido a falta de poco menos de un minuto del final. Fue nuestro canto del cisne.
En esos últimos segundos vuelven las malas sensaciones. Las decenas de aficionados que abandonan el pabellón apresuradamente antes de que finalice el encuentro, los insultos a algunos de nuestros jugadores (aislados, eso si) de tres o cuatro personajes desde las zonas altas de las gradas que parece que disfrutan con esos momentos de patético protagonismo y una nueva derrota, al fin y al cabo, que nos ancla en la zona baja de la clasificación.
Lo malo y que mas me preocupa es que empiezo a ver fisuras.
ResponderEliminarSi ya estamos mal y hay "roces".... Va a peor
me gustaria equivocarme pero creo que a la hora de dar un pase se empieza a mirar quien es el receptor antes de pasar o buscar otra opcion