Una derrota que no duele. Fuenlabrada 74 - P.E: Valencia 78

Algunos soñabamos con seguir viendo a nuestro equipo ganando sin parar en el Fernando Martín, pero eso era harto imposible y ayer caimos derrotados por segunda vez esta temporada ante un muy buen equipo, no un "grande".

Para ser un "grande" hacen falta algunas pequeñas cosas, pequeños detalles que son los que te convierten en un rival respetable, digno de admiración y sin duda alguna el Power Electronics Valencia no los tiene. Si posee ahora mismo muy buenos jugadores, un muy buen entrenador, pero le falta clase y estilo.

(Foto: Fran Martinez. http://fuenlafreak.blogspot.com/)


La actitud de los jugadores del P.E. Valencia durante el partido fue desquiciante y bochornosa por momentos, protestando todas y cada una de las acciones que señalaban los arbitros bien comandados desde la banda por un Pesic que hacía lo propio desde su ubicación.

Todo eso llevó a un técnica al banquillo valenciano que surtió el efecto buscado por Pesic. A partir de ese momento las decisiones arbitrales (capitaneadas por un De La Maza "on fire" tras su espantoso ridículo hace una semana en Sevilla) beneficiaron claramente al equipo levantino teniendo su punto culmen en una clamorosa falta en ataque de Rafa Martinez que suponía su eliminación y que el trío arbitral omitió alevosamente con la perla añadida de la amenza a Laviña de pitarle técnica por simular la falta. Digno de los Monty Python.

Pero además de su exceso de verborrea a los valencianos les sobran malas artes. Lishchuk propinó un codazo a Ayón casi a la altura del cuello y poco después el propio Laviña fue víctima de una agresión que sorprendentemente no vió ninguno de los tres colegiados. El efecto Pesic se llama.

Pese a todo ello los nuestros dieron la cara hasta el final. Seguramente si la actuación arbitral hubiera sido mas imparcial y si los nuestros hubieran acertado en las últimas acciones donde no estuvieron plenamente clarividentes, la victoria se podría haber quedado en casa. Pero esta vez salió cruz.

Pero no duele. Mirando el calendario ayer debería haber sido el día en el que estubieramos preocupados de lo que sucediera en el Granada-Manresa que se disputaba a la misma hora en tierras granadinas. Pero no fue así, no nos importaba, los nuestros salieron de esa lucha hace ya muchísimas jornadas y disfrutamos ahora de poder andar coqueteando con la lucha por entrar en el playoff.

Y después de todo ello llegas a casa, enciendes el ordenador y te das cuenta de que la poquita clase del equipo valenciano no se había quedado en la cancha, que va. Aún Pesic le hacía el feo a Maldonado de no darle la mano al finalizar el partido y protagonizar un esperpento en la sala de prensa. En este enlace tenéis la transcripción de lo sucedido y podéis sacar vuestras propias conclusiones. Una parte de la prensa valenciana, en su función de palmeros oficiales, sacan la cara por su entrenador y una vez más tratan de cargar y buscar gresca con la afición fuenlabreña. No es la primera vez, ni será la última, pero eso, como decíamos antes es una cuestión de clase y estilo, o mejor dicho, de los que carecen de ello.