domingo, 7 de marzo de 2010

J24 – AeA Fuenlabrada 81 – GranCanaria 76 – En casa toca Dr Jekyll, pero sin librarnos del sufrimiento

El sábado volvimos a ver a un equipo con limitaciones pero dejándose la piel en la pista, con errores e imprecisiones pero recuperando la osadía y las ganas de victoria. Señas de identidad que hemos recuperado en casa, dignas de ser disfrutadas, pero tan alejadas de lo que se había visto hace tan solo una semana.

En cualquier caso esto es preferible a la situación de la primera vuelta, ser sólidos en casa es lo que asienta a los equipos y permite alcanzar los objetivos, que curiosamente deben seguir siendo simplemente la salvación lo antes posible.

Y digo curiosamente por que la clasificación nos muestra mucho más cercanos de los puestos de honor que del abismo. A una victoria y average ganado con el octavo, mientras que logramos ver al 17º a tres victorias, pero con el average perdido. Sin embargo poco cambia, seguimos necesitando ganar los partidos de casa, y no nos vendría mal rascar algo fuera, por si acaso (evidentemente, considero como de necesidad los choques del Valladolid y del Estudiantes, el Madrid o el Baskonia serian sabrosas guindas)


Foto: ACB Photo / Fran Martínez de la cronica del Iceberg


El sábado no disponíamos de Fitch lesionado en el entrenamiento del viernes, no estaba en su momento de mejor intensidad y eso suele acarrear molestias musculares, pero el juego no se resintió mucho gracias al acierto de Tal Burstein, que se acerca a pasos agigantados a lo que fue en el Maccabi.
También heredó del americano las polémicas junto a los puntos, ya que algunos sectores le criticaron unas declaraciones ambicionando jugar la euroliga, pero creo que seriamos injustos con él. Si bien en un primer momento su juego fue muy lento y no aportaba, en ningún momento se le han podido criticar las ganas y el esfuerzo, y ahora que el acierto ha vuelto a su muñeca está siendo un ejemplo de lo que necesitamos para disfrutar del equipo. Tampoco podemos sorprendernos puesto que el sentido de aquellas declaraciones eran vox populi desde que se le fichó y si le preguntaron directamente era lógica su respuesta.

Sin embargo los puntos del Israelí no eran suficientes para marcar distancias y nuestra defensa pese a estar bien plantada se veía superada sin grandes problemas, en un ritmo de diesel y de distancias cortas, ambos equipos agazapados en busca un zarpazo mortal que no llegaba.
Y el miedo dominaba la escena por que las canastas canarias parecían más naturales, con varios jugadores muy inspirados, especialmente Jaycee Carroll y Norris, mientras que nosotros recurríamos con frecuencia a jugadas un tanto peculiares, y a dosis de fortuna, pero la mayor parte del tiempo reteníamos la iniciativa, por el método que fuera, incluyendo el triple de Salva Guardia.

Los árbitros contribuían al extraño ritmo, con una especial permisividad en las zonas, que favorecía el juego exterior, mientras los pívots que se quedaban en la pintura recibían numerosas faltas no señaladas.

Tras el descanso amagamos con la escapada en el 47-40, parcial contestado con un 0-12 inapelable entre sus dos armas exteriores (8 de Norris y 4 de Carroll en este parcial).
A partir de aquí parecíamos volver al ritmo diesel de distancias cortas, pero esta vez el Granca tenía la situación controlada y era quien tenía la iniciativa, contestado a fogonazos, alguno realmente afortunado como la canasta de espaldas de Salva “Salinas” Guardia.

Y fue Quino Colom quien cambio el partido, por fin el Colom del que nos habían hablado cuando fichó en verano, el que jugaba en selecciones inferiores y prometía descaró.
Cometió errores, alguno incluso clamoroso como el peor 2x2 que se haya visto en tiempos o algún pase a la grada, pero si otras veces le he criticado falta de atrevimiento, ayer estuvo valiente, ignorando los errores y aportando el cambio de ritmo que necesitaba el equipo.

Y es que ese partido no requería de sabias direcciones o lecturas de juego, no. Lo que hacía falta era un poco de épica, y el andorrano se la dio con varias penetraciones imposibles entre defensores que no se lo explicaban, doblando balones a un implacable Burstein y sobre todo metiendo la máxima velocidad.



Ya habrá días para juegos serenos, o para que Laviña recuperé la confianza en su tiro, o para estabilizarlo todo en general, el caso es que el equipo volvió a apretar las tuercas en defensa en la segunda parte, logrando que el rival solo pasara de 20 puntos en el primer cuarto, que se ganó con una importante dosis de complicidad con la grada y que ya tenemos 10 victorias.
A partir de ese momento la tortilla era nuestra, todavía sin alejarnos pero por fin las canastas bonitas nos pertenecían, especialmente la que se marcó Skita a pase de CT.
Y es que el descenso parece que no estará tan caro como nos temíamos, pero no deberíamos respirar hasta alcanzar al menos las 13, y para eso debemos seguir siendo fuertes en casa.

Salva Guardia también demostró para que ha venido, y no me refiero a las “canastas milagrosas”, sino a la complicidad, que algunos puedan ver de forma recelosa después de su ultima salida, pero que es innegable que gran parte de la afición necesitaba casi más que las victorias, y cada gesto era respondido como hacía tiempo queríamos, dando un lavado de imagen a nuestra camiseta, que falta nos hacía.

Condecoraciones para Burstein, Colom, Guardia y Skita, pero también mención especial a dos grandes profesionales que suelen ver el juego desde el banco, como son Jon Cortaberria y Devin Davis, que pudieron sentir el cariño que se han ganado y que pese a no disfrutar de roles protagonistas saben lo que tienen que aportar y lo hacen sin estridencias.

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