J18 - AeA Fuenlabrada 81 - Unicaja 86 : derrota con mucho desacierto pero sin perder la cara

El partido de esta mañana no supo de momentos de forma ni de ilusiones ni de decepciones recientes, y simplemente se impuso la lógica aplastante de dos equipos separados por bastantes millones de euros, reflejando el por qué de esa diferencia, como los malagueños acertaban de forma regular mientras los nuestros necesitaban de altas dosis de esfuerzo y motivación para siquiera acercarse.
Habrá mejores días, y partidos en los que la ilusión compense las diferencias, pero no tocaba esta mañana.






El comienzo del partido fue muy claro, con el fuenla estático en ataque, Chris Thomas haciendo kilómetros lateralmente para buscar a quien darle la bola, y los otros 4 integrantes prácticamente parados, con la excepción de Fitch que si se movía a buscarla.
Nuestro ataque básico con Maldonado parte más de conceptos que de esquemas, algo similar a cuando estaba Casimiro, principalmente por que el nuevo míster ha empezado centrándose más en temas de grupo, psicológicos y de defensa, antes de pasar a ordenar el ataque, algo lógico dada la situación en que nos encontrábamos.

Este ataque de conceptos, requiere bastantes más entrenamientos y claridad de ideas, cosas que nos faltan, por lo que necesitamos lo antes posible que pueda trabajar un par de esquemas básicos que actúen de desatascador para cuando no venga un triple providencial.

Así las cosas, y sin realizar tampoco nada excepcional el Unicaja se iba marchando con claridad y afortunadamente lentitud, 2-7 tras 5 minutos.
Con algún contraataque y el debut anotador de Dixon ampliaron la ventaja, mientras nosotros solo lográbamos anotar mediante la línea de tiros libres. El cuarto acabaría con un 11-26 lapidario, 2 puntos de Fitch, un triple de Colom y tiros libres del propio Colom,. Skita y Mainoldi, ese fue nuestro triste bagaje.

La desventaja inicial era difícil de salvar, y desde luego mucho más si no teníamos acierto cara al aro, pero el equipo estaba intentando cosas, se les veía comprometidos y sobre todo apareció Matías Sandes, arengando, chillando y ordenando, actuando de capitán anímico, espiritual y como general de campo. Durante algunos minutos se le vio colocar a sus compañeros, cargarse el equipo a la espalda y levantar la moral para ir reduciendo lentamente la desventaja.
Esto no le libra de haber tenido parte en los despistes de los saques de fondo. Aito siempre ha preparado muy bien esta jugada, y hoy nos han castigado muchas veces por nuestros despistes, pero la gente luchaba, por lo que fueron totalmente injustos los amagos de silbidos que desde la grada cometieron alguno, afortunadamente sin que se continuaran, pero desde luego inmerecidos siquiera que se plantearan pese al desacierto general.

La desventaja rondaba la decena de puntos, llegando a ser de tan solo 7 (27-34) pero algunos errores nos dejaron en el 32-41 del descanso.




El desacierto se plasmaba en perdidas absurdas botándonos varias veces el balón en el pie dentro de la zona o cayendo balones que estaban agarrados (surrealistas algunas acciones de Skita, que al parecer se encontraba hoy mermado físicamente y le faltaba solidez)
Pero nada podía presagiar el tercer cuarto, donde tras un principio dubitativo pero estable entre ambos cuadros, nos metieron un parcial de 0-10 (del 37-46 al 37-56) cerrándonos todos los caminos hacia el aro.
Corríamos peligro de dejarnos ir, viendo caras abatidas y pocas esperanzas en los jugadores, relajando algunos la defensa, y a punto estuvo de terminar la historia del partido, pero en el último cuarto los jugadores demostraron no solo que no era un día acertado en absoluto sino una entrega y profesionalidad digna de elogio, apretando las clavijas hasta provocar que los técnicos de Unicaja empezaran a reclamar absolutamente todo, con comportamientos algo barriobajeros y algunas jugadas de arbitraje incomprensible, en la línea de la mala calidad arbitral que este año asola todas las canchas ACB, y es que si antes nos conformábamos pensando que aunque malo, eran de los mejores de Europa, ahora eso empieza a estar en duda.

No se mejoró tanto como para merecer más que la digna derrota, pero sí que Carlos Jiménez tuvo que anotar un par de triples cruciales para impedir más agobios, de esos en los que otras veces duda, y Cook perdió los nervios encarándose con unos aficionados.

Y es que en un partido horroroso, sin nadie acertado, logramos colocarnos a 5, 79-84 a falta de 54 segundos, difícil, muy difícil, pero el último barullo bajo el aro se resolvió a su favor y poco más quedo por decir.

Mucho trabajo por delante, pero una buena cara de esfuerzo y entrega la de hoy, no olvidemos que contra uno de los 4 equipos más poderosos de la ACB y con un presupuesto y potencial que fácilmente multiplica por 5 el nuestro.
Muchos habían caído en el error esta semana de pensarse favoritos ante un Unicaja herido, y esto es lo que pasa cuando recibes a un gran equipo sin las condiciones necesarias, (lesiones de batista y molestias de diversa gravedad de Skita, Cortaberria, Sandes, Burstein).

Los mejores del partido: Sandes y Burstein, el primero por su esfuerzo, entrega y liderazgo del grupo, y el segundo por ser el único que veía aro con regularidad (también Fitch pero con más lanzamientos)
En el Unicaja, Dixon fue el máximo anotador y más valorado, pero paso casi de puntillas, un comboguard más, espectacular pero que habrá que verle en un mal día, mientras que fue Carlos Jiménez quien aborto nuestros intentos de acercamiento.