Domingo 14 de mayo, hoy el Fuenla acaba la temporada en Vitoria con el objetivo de la permanencia ya conseguido, la próxima será la decimotercera seguida en ACB (se dice pronto).
Otra temporada que ha pasado volando delante de nuestros ojos aunque con la sensación de que no le ha ocurrido lo mismo al equipo, al que se le ha hecho 2 meses larga.
Quizá ahora mismo hablar del partido de hoy sea lo más insulso que se pueda tratar en este artículo, voy a tratar aunque sea solo un pequeño párrafo sobre el mismo.
Baskonia es un equipo el cual en casa no nos cuesta competirle, pero al que no ganamos en el Buesa desde que el que escribe estas líneas tenía la tierna edad de 2 años.
Precisamente hoy no tiene pinta de que vaya a cambiar la dinámica; nuestro Fuenlabrada sumido mentalmente en las vacaciones afronta un partido contra un Baskonia que dependiendo del resultado puede terminar desde el segundo al sexto puesto en la fase regular. Estados mentales y anímicos totalmente distintos de ambos equipos, en un partido donde lo más destacado que podremos ver por nuestra parte será disfrutar otro partido más de nuestro eterno capitán Marko Popovic o los destellos de calidad de Rupnik y Rolands.
Parece claro que empezaremos como en los últimos encuentros con pequeñas ventajas en el marcador y después el típico apagón y por fin el cierre definitivo a la temporada.
Foto: Emilio Cobos. Fuente: Facebook Baloncesto Fuenlabrada
La temporada del Fuenla ha sido posiblemente la mejor de nuestra historia a nivel europeo, pero por sensaciones a mí personalmente me ha parecido la más frustrante a nivel emocional.
El equipo empezó con problemas, con la incorporación tardía de Ludde, los problemas de lesiones de Marko y la salida de Cabezas hicieron que en liga no pudiésemos empezar a funcionar como equipo hasta noviembre tras la victoria contra Valencia en casa.
En Eurocup se ha vivido una situación totalmente distinta, pareciendo otro equipo desde el primer momento, ya sea por motivación de jugadores y derivados, dimos la cara desde el primer momento.
Los meses invernales presenciaron los mejores momentos de la temporada del equipo (en aquellos momentos pensábamos que solo era el despegue de esta plantilla), encadenando 5 victorias en 6 partidos, junto con la clasificación al Top 16 de la Eurocup tras la exhibición en casa ante el Lietuvos Rytas y con las victorias locales en esta misma competición ante el Herbalife y el UCAM Murcia que nos hicieron llegar hasta la última jornada con opciones de pasar de ronda.
Precisamente en ese último partido en Gran Canaria parece que fue donde los jugadores decidieron empezar a pensar en las vacaciones, solo 3 victorias desde aquel día, ante Manresa, Zaragoza y Gran Canaria, las 2 primeras prácticamente obligadas para asegurar la permanencia y la última de rebote y más por deméritos rivales que logros propios.
Y da rabia, porque este equipo ha demostrado sobradamente que con un poco más de actitud se podría estar luchando por alargar la temporada, es probablemente la plantilla más compensada de la historia del club y a la vez la que menos carácter posee, en las 9 temporadas que llevo viendo al club, no había visto a ninguna plantilla echar el freno al nivel al que lo está haciendo esta, con culmen en el partido en casa ante Obradoiro.
Es inevitable la comparación de esta temporada con la última en la que nos clasificamos para competición europea, donde la trayectoria del equipo fue la misma con la pequeña diferencia de un arranque de temporada mejor que nos permitió entrar en Copa, pero en donde a partir de la eliminación en Europa también empezamos a caer en picado, pero con una muy notable diferencia, aquel equipo a pesar de perder también una cantidad importante de partidos en la segunda vuelta no se dejó llevar en ningún momento.
Costaba ver a alguno de aquellos jugadores vagar por la pista con indiferencia o dejándose llevar en algún partido cuando el rival conseguía ventajas de más de 10 puntos. Jugadores como Robert Joseph o Mike Hall que ya solo por amor propio pelearon en cada partido hasta final de temporada.
Hoy en día parece normalizado lo que nos ha ocurrido en el tramo final de temporada, ya con la permanencia conseguida y sin nada más que disputar, el perder los partidos de Murcia, Andorra, Barcelona (el peor Barça de los últimos años) o Obradoiro como se perdieron entran dentro de lo normal, y a mí me hierve la sangre solo de ver como este proyecto en cuestión de un año se ha ido literalmente a la mierda, y todo por una cuestión de actitud.
La temporada pasada podías ver como gente más limitada a nivel técnico pero con más pundonor y ganas pudieron clasificarse a Copa y Playoff, pero para todo eso antes tuvieron que darlo absolutamente todo, y eso no se ha visto en este equipo fuera de la competición europea.
Se afronta a partir de ahora un verano movido en las oficinas del club, entre la inestabilidad que existe en la liga acerca del futuro de la misma y el profundo cambio que va a sufrir la plantilla, con salidas de jugadores que ya han cumplido claramente un ciclo aquí y la ardua tarea que tiene el club para juntar a 12 jugadores que quieran darlo todo en la cancha durante la temporada completa, la premisa que se dio después del "descenso" y que parece ser que se ha perdido, produciendo como consecuencia volver a la antigua dinámica que inevitablemente hace recordar que esto cada vez más es un negocio y ya no un deporte donde una ciudad y un club defienden su imagen y valores a nivel público.
Solamente deseo que, a modo de empezar a construir la próxima temporada desde hoy, den la cara al menos los jugadores que tienen contrato y que nos ofrezcan la última gran tarde de este año que se ha parecido a una montaña rusa.
Texto de @swassass
No hay comentarios:
Publicar un comentario