Hace 2 temporadas el club vivió la temporada más turbulenta de su historia, jugadores que iban y venían, problemas en el vestuario entre jugadores y de los mismos con el entrenador, los síntomas habituales cuando en un club no salen las cosas. Todo esto llevó al desencadenante principal de lo que vive el club a día de hoy, el verano-otoño de 2016. Tras una temporada desastrosa en la que se sufrió un descenso deportivo el club comenzó a trabajar la temporada siguiente desde la contratación del entrenador, la figura clave de cualquier equipo serio, así se apostó por un hombre de la escuela balcánica, Zan Tabak.
Foto: @alba_pache
Zan, un hombre cuyo tono de voz muestra la rudeza propia de las gentes balcánicas, tenía claro cuál era el objetivo principal, recuperar el carácter y la garra que siempre había mostrado el equipo y sobre todo la solidez que presentaba en sus partidos en el Fernando Martín. Se confeccionó una plantilla a partir de lo que pidió Tabak, en general jugadores experimentados en la liga y apuestas del propio entrenador, así llegaron jugadores balcánicos como Josip Sobin u Oliver Stevic y el ya conocido Ivan Paunic. Pero el mejor fichaje de todos llegaría por un golpe de suerte, el mal rendimiento del americano Brion Rush durante la pretemporada provocó su corte y la posterior llegada de un superclase como es Marko Popovic, esto aderezado con la lesión de Álex Llorca hizo que llegara al club el otro jugador trascendental en lo que es el actual Fuenla, la contratación por 2 meses de Álex Urtasun y su posterior extensión hasta final de temporada.
El último ingrediente llegaría más tarde, y al principio pareció un imprevisto, pero a día de hoy es algo sin lo que todo esto no podría haber sido posible. La marcha de Tabak por los cantos de sirena de Maccabi hizo que un inexperimentado pero atrevido Jota Cuspinera tomase los mandos del primer equipo. Se fueron sucediendo los partidos, algunos mejores y otros peores, pero hubo 3 momentos clave durante la temporada: El primero ocurrió en la recta final de la primera vuelta, el equipo llegaba en la jornada 15 con un balance de 7 victorias y otras tantas derrotas, visitamos a un Murcia que nos dio un meneo considerable; en ese momento se disiparon los pensamientos de Copa a toda la afición, pero una semana después llegó el momento mágico, victoria sobre el Madrid campeón de Europa con triple del "temporero" Urtasun, y otra semana más tarde un triple de Popovic en Zaragoza culminaba una remontada increíble que nos metía en la Copa del Rey de A Coruña.
El segundo momento importante de la temporada fue cuando nos empezamos a creer lo que se estaba consiguiendo, allá por el mes de marzo con victorias como la de Santiago. El tercer momento ocurrió con el equipo fundido físicamente, y no fue protagonizado por nosotros sino por Joan Sastre, no creo que haga ya falta explicarlo.
Así llegamos hasta el momento donde nos invitan a jugar Eurocup por renuncias de otros equipos ante amenazas de sus federaciones, grupo feo con equipos que había disputado Euroliga en los últimos años, a priori la cenicienta del grupo. La competición comenzó y poco a poco íbamos sacando los partidos en casa, gracias siempre al carácter que se había ido cimentando tras la llegada de Tabak. El último cuarto de O'Leary contra el Bilbao o la segunda parte contra el ALBA nos permitieron llegar a la última jornada en casa dependiendo de nosotros mismos para pasar, y como en la temporada anterior, no se falló, se consiguió la victoria ante Lietuvos en un pabellón que no estaba dispuesto a que se acabase el sueño europeo.
Nos clasificamos para una segunda fase con otros 2 equipos españoles y un ruso. Las derrotas en Murcia y ambos partidos contra Lokomotiv y una victoria contra GranCa en casa nos situaba en un duelo contra Murcia a vida o muerte en el Fernando Martín. El inicio fue dubitativo pero otra vez la grada se negó a renunciar a Europa y en el último cuarto los nuestros sentenciaron. Y todo esto nos ha llevado al cara o cruz que tenemos este miércoles.
Esta vez no vamos a poder dirimir el asunto jugando en casa, toca jugar en Gran Canaria, sin el apoyo de la afición y sin haber ganado un solo partido fuera de casa en toda la competición, otra vez con todos los pronósticos apuntando en nuestra contra, como contra el Madrid, contra el CAI, antes del triple de Sastre, al conocer el grupo de Eurocup, y es en estos momentos donde siempre sacamos la garra y la capacidad de superación.
El club está mentalizado para el partido de mañana de que es el más importante de su historia y así se ha hecho ver a jugadores, afición y prensa, la última vez que ocurrió esto fue hace 5 años con aquel tercer partido ante el Triumph en el que en ningún momento pudimos plantar cara, pero en esos momentos el club estaba sumido en una crisis parcheada por la competición europea, esta vez es distinto, llegamos en racha y con una confianza extrema, tras ganar 6 de los últimos 8 partidos en ACB y con jugadores clave como Popovic o Pako Cruz en plena forma.
Todo este conjunto de condiciones hacen que, en lo más profundo de cada aficionado fuenlabreño, exista una pequeña luz de esperanza. Gracias al triple de Alex, al de Marko, a Jota, pero sobre todo a la garra recuperada, soñemos y luchemos equipo y afición por ganar en Gran Canaria.
Texto: @swassass
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