domingo, 10 de abril de 2016

Perder (II)

Ponía cara de no entender muy bien Joey Dorsey los silbidos que el y sus compañeros recibieron del público del Fernando Martín al finalizar el partido. Ahí, reunidos en el centro de la cancha, los blaugranas celebraban una victoria mas, una victoria que les mantiene en el liderato, una victoria que no pasará ni mucho menos a la historia del club catalán. Una mas.


Debe ser complicado, para un jugador que frecuenta este tipo de clubes, sentir cierta empatía para con los aficionados de Fuenlabrada (o cualquier otro de los clubes similares al nuestro) en esta situación. Ellos tal vez se vean en una de estas una vez o dos como mucho a lo largo de la temporada. En caso de enfrentarse a un CSKA en Moscú o cualquiera de los cuatro o cinco equipos "elegidos" económicamente para la gloria. Poco bagaje, muy poco como para poder sentirse identificado con ellos.

Ayer no es que se nos quedara cara de tontos en plan "nos han robado en la última jugada". No fue eso, no. Fue una constante durante todo el partido. Cada balón disputado que salía fuera, era para el Barcelona. Cada jugada controvertida... decisión arbitral favorable al Barcelona. Constante.


Pero el "Montakit Fuenlabrada 2015/2016", ese que pasará a la historia como el que nunca se rendía, volvía a hacer de las suyas. A pesar de la combinación letal de la incapacidad (o intencionalidad) arbitral y la calidad de los blaugranas, el Fuenla no acababa de ceder. "La táctica del conejo", "hacer la goma"... Llámenlo como quieran, pero para ganar a este Fuenlabrada hay que hacer muchas cosas muy bien.

Ayer vimos como se le birlaba a Urtasún un triple y se transformaba en canasta de dos, como se le pitaba a Scott falta en un robo limpio que le dejaba solo ante la canasta rival, un triple de Wear en una inexistente falta en ataque de Chema, como una lucha por un rebote que acaba en contraataque nuestro se transforme en una inexplicable falta de Stevic... Y así, una constante durante el partido. Para culminar en el esperpento de la última jugada. Una (des)vergüenza digna de los mejores momentos que se hayan vivido en canchas griegas.

Que no se iba a pitar una falta a favor nuestra en esa entrada a canasta era algo que los presentes teníamos bastante claro. Pero que en plena lucha por el rebote, el colegiado Benjamín Jiménez, haga sonar con firmeza el silbato para señalar algo, algo que aún no sabemos que es. Algo que el debió ver claramente pero de lo que se debió arrepentir o le cambiaron de parecer sus colaboradores. Algo que acabó mágicamente con esa nefasta "lucha" que ahora es una alternancia de posesiones y que en este caso favorecía al... Si, al equipo en el que usted está pensando.

A Dorsey le debería parecer lo mas normal del mundo. Hay quien vive en la constante de que la moneda le caiga siempre de cara y por tanto es lo natural. Hay quien piensa que debe ser fabuloso. Yo no.

Preferiría perder siempre así contra el Barcelona (o el Real Madrid, o el Baskonia, o el Unicaja...) antes que ganarles de esta manera ni una sola vez. Ni una sola. Ayer me sentí, una vez mas, orgulloso de mi equipo. Independiéntemente del resultado, me representan.  Y como aficionado, como abonado, no hay nada mas grande, nada mas reconfortante. Sentir que este equipo es el mío.

Texto: @_IvanBlues_

Fotos: @alba_pache para Encancha.com

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