Centros formativos Siglo XXI

En los primeros años 90 surgieron en nuestro país numerosos planes de formación para deportistas, estábamos a las puertas de los JJOO de Barcelona’92 y la imaginación y recursos se desbordaba en proyectos interesantes, como el famoso plan ADO.

En 1990 nació otro proyecto sin tanta financiación pero si mucha ilusión, los centros formativos Siglo XXI.

Estos centros nacieron en Cataluña, con el debut de la residencia de Manresa y dentro del ámbito del basket femenino, se aunaban la tradición, el soporte institucional y la osadía de un mundo como el del basket femenino que por entonces iba sacando la cabeza, pero era una cantera peculiar, sin asociarse a ningún equipo de elite en concreto y con un fuerte dominio de la formación académica e intelectual.



La idea se fue mostrando valida, y ampliando y trasladando las instalaciones y la ambición del proyecto, generando dos nuevos proyectos masculinos en el País Vasco y Galicia.
Aunque en su tiempo no lograran un reconocimiento mas allá de su propio circulo de influencia, tras desaparecer han sido muy escuchados, debido a la gran cantidad de jugadores que sacaron con los pocos años que duró el proyecto, demostrando ser a la vez uno de los mayores aciertos y errores de nuestro baloncesto.
Estos centros masculinos iniciaron su andadura en la temporada 96/97, basándose en las mismas ideas ya probadas, seleccionando jugadores que tenían potencial de llegar a la elite pero por los que aun no había apostado ningún club.
El entorno era el perfecto para que florecieran jugadores que en otros lugares se hubieran resentido por la presión de las canteras convencionales.

Hoy en día el basket de formación es casi tan exigente como el de primer nivel, midiendo los resultados en base a los títulos obtenidos en categorías inferiores, un error garrafal que obliga a los chavales a supeditar su formación a las necesidades de los equipos, condicionando también horarios académicos.

Todos hemos oído quejas sobre el abuso de las defensas zonales, ataques sobre bloqueos, o jugadores que no logran explotar su potencial, y es que no todo el mundo tiene el mismo carácter, y un chaval talentoso pero tímido puede quedar sepultado bajo la necesidad de ganar.

El centro gallego murió en la 99/00, tras apenas 4 años de existencia, y el del País Vasco aguanto hasta el verano del 2003. Para que os hagáis una idea de su repercusión posterior, de allí salieron Sergio Rodríguez, Fran Vázquez, Saúl Blanco, Jon Cortaberria, los hermanos Txemi y Alex Urtasun y multitud de jugadores del entorno LEB.

En total fueron 4 y 7 años respectivamente, ¿Cuántas canteras ACB pueden decir que en ese tiempo han dado 6 jugadores ACB, tres de ellos internacionales, con uno en la NBA y otro drafteado.
Ellos lo consiguieron partiendo de cero, sin estructuras previas, sin el soporte de un equipo de primer nivel con el que atraer al talento y priorizando la formación, además de soportar la presión de desaparecer desde el primer día.
Con todos estos condicionantes, los centros de formación del siglo XXI fueron una cantera superior a la del Estudiantes, Juventut, Madrid o Barcelona, pero diversas cuestiones forzaron su desaparición, principalmente económicas y de conflictos de importancia entre las diversas instituciones, restando apoyos básicos para un proyecto tan joven.

Como homenaje y recordatorio a los centros femeninos, que todavía son la mayor fuente de jugadoras para la liga nacional y la pujante selección nacional, teledeporte creó este documental (dividido aquí en dos partes) donde se ve su funcionamiento.






El basket masculino ha sido favorecido por un generación excepcional, atrayendo a numerosos jóvenes, pero nuestro brillante presente podría ser aún mejor si se hubieran mantenido las apuestas de formación, y nuestro futuro descansaría más tranquilo.
¿Cuántos internacionales hubieran surgido si el siglo XXI siguiera vivo?


En esta entrevista, Ramon Jordana, director del proyecto, tambien explica algunos detalles del funcionamiento, ademas de insinuar los motivos por los que se cerraron los centros masculinos