AeA Fuenlabrada 86 - Estudiantes 82

Partido importantísimo y el equipo ha respondido con mayúsculas al reto que se le presentaba, quizás sin constancia o regularidad, pero si con alternancia de momentos de diversas virtudes, algunos minutos de clarividencia ofensiva en la concepción de jugadas, otros de testiculina defensiva, y bastante esfuerzo en general.

Enfrente nos llegaba el mejor estudiantes de los últimos años, quemando etapas de su plan de regeneración con notable éxito, pero que aún conserva varios de los problemas que le llevaron recientemente a tener serios problemas.



El partido empezaba con dos faltas consecutivas de Matías Sandes ante un sobreprotegido y extremadamente teatral Carlos Suarez, obligando a Tal Burstein a sobrecargar su cuota de minutos, con enorme acierto, acallando de raíz los malintencionados comentarios llegados de Badalona.

El Israelí aporto una tremenda presencia defensiva, ágil de manos y bien posicionado, impidiendo al estudiantes cargar el rebote ofensivo como suelen, y una vez cerrado el camino de los apoyos, nuestros pivots se mostraron solventes en esta tarea.

Durante el primer cuarto el estudiantes lanzo 8 tiros libres, sin que hubiera tampoco una especial dureza defensiva, más bien un arbitraje absolutamente lamentable del árbitro nº 36 García Ortiz, absolutamente indigno de la categoría en la que “trabaja”, cometiendo diversos errores no solo de reglamento, sino de la más elemental lógica, y es que no se puede en la misma jugada amonestar a un jugador por tirarse (Suarez) y a otro por empujar (Laviña).

Foto de Javi Calvo Expósito


Estos tiros libres y alguna acción puntual mantenían al estudiantes o solo en el partido, sino incluso por delante, aunque ya nuestro juego tenía un punto de solidez y concentración que tanto hemos echado en falta otras veces, y eso pese a los fallos de nuestros exteriores, con Batista y Skita autores de los primeros 14 puntos.

Hasta la jugada mencionada en el inicio del segundo cuarto, Carlos Suarez había tenido patente de corso en la zona fuenlabreña, y tan solo por una amonestación y advertencia de técnica perdió absolutamente los nervios, actuando de forma desquiciada y teniendo que ser sustituido, evidenciando de nuevo su falta de madurez e irresponsabilidad.
La sustitución ocurrió con 27-31 y libero al equipo que con dos alas móviles en Fitch y Laviña intensifico la capacidad de robo y contragolpe, sorprendiendo al Estu en su balance defensivo junto a las rápidas transiciones comandadas por Quino Colom.
El cambio de Colom es evidente, siendo ahora el jugador valiente y creativo que se había fichado, y es que el andorrano no está hecho para ser encorsetado, y si no hubiera sido por varias perdidas podríamos haber sentenciado un partido en el que nos fuimos con 8 de ventaja al descanso, con actuaciones útiles de todos los presentes en la pista (no contaremos al pobre Mati que no dispuso de tiempo.


Foto de Javi Calvo Expósito

La reanudación nos vio tremendamente romos en ataque, sin ningún jugador capaz de anotar, y es que al tiempo muerto de la TV (27:10) llegamos con solo 8 puntos, 5 de ellos de Fitch, por los 18 del Estu, y aún se irían de 7 al final del cuarto, con el pabellón bastante pesimista al respecto del resultado final.

Era el momento crítico, con todos recordando los malos momentos de la temporada, y sin ningún faro al que agarrarnos, aguantando una distancia de 8-9 puntos hasta los fatídicos tiros libres de Batista.
Y es que hoy la demencia ha podido ser una de las claves del partido, gritando “Paraguayo” a Esteban Batista cuando se disponía a lanzar, grito respondido con la dedicatoria de los dos puntos, y el grito de “uruguayo, uruguayo” por parte de una grada que reaccionaba y se ponía el cuchillo en los dientes dispuesto a remontar como fuera un partido que se encontraba 69-76.


Foto capturada por AZKAL de la retransmision de acb360

Tras un triple de Mainoldi, y un tiempo de TV que hubiera debido pedir Casimiro, se produjo otra de las claves, dando entrada a Jayson Granger, jugador que aporta la cuota de “canteranos” (si es que se le puede llamar así) y bastante coraje, pero nula calidad, y que desarmo por completo los esquemas ofensivos del Estudiantes, que hasta entonces castigaban cualquier ayuda con penetraciones de Oliver.

2: 16 estuvo en pista Granger, suficiente para que diéramos la vuelta al marcador, mandando por 4, y con muchos condicionantes positivos, Oliver se había salido de ritmo, Suarez seguía desquiciado, Lofton fallón…. Solo mantuvo la tensión en el partido los sorprendentes fallos en el aro de nuestros jugadores con tres tiros libres consecutivos fallados por Fitch y Burstein, jugadores habitualmente seguros, pero la decimoprimera vitoria ya estaba en el casillero y e estu desaprovecho un partido que tuvo ganado por momentos.


Tiro libre final anotado por Burstein y que nos daba tranquilidad, Foto de Javi Calvo Expósito

Como conclusiones deberíamos quedarnos con la valentía de Colom y su conexión con los pivots en pases eléctricos que dieron muchos puntos a Esteban Batista, y con la forma de apretar los dientes en defensa de todos los jugadores, especialmente Laviña y un sobrecargado Burstein.



Maldonado le gano la partida táctica a Casimiro, pero este se veía lastrado por determinadas piezas “defectuosas” como un errático Granger y la nula cabeza de Carlos Suarez, un autentico producto de laboratorio artificial, de enorme potencial pero escasa realidad si no fuera por como todos los estamentos federativos se han propuesto hacer de él un internacional, algo que empieza a pagar con actitudes chulescas como la de hoy, hasta que obligó a los árbitros a amenazarle con la técnica que finalmente se ganó.
Pese a los comentarios que muchas veces se leen en su contra, Oliver, Canner Medley, y hoy el acierto de German Gabriel son las autenticas estrellas estudiantiles.



Foto de Javi Calvo Expósito