Esta victoria también te pertenece.

Te fuiste con un chasco impresionante a casa tras ver perder a tu equipo un partido que tenía en la mano ante el Murcia.

El domingo pasado, cuando te despertaste, lo primero que te vino a la cabeza fue esa derrota. "Maldita sea. Que manera de perder contra el Murcia..." Aún tenías en mente la imagen de los nuestros siendo silbados al finalizar el partido mientras aplaudían a la afición desde el centro del campo. "Que injusto" Piensas. Tienes grabada la cara de decepción de Javi Vega, de Álvaro, de Sergio... En alguna ocasión has podido hablar con ellos y te parecen buena gente, "estos chavales no se merecen esto".

Transcurría la mañana del domingo y para colmo todos nuestros rivales ganaban sus partidos. El Lagun Aro se nos ponía a una sola victoria y el Manresa, en el último partido de la jornada vencía al Caja Laboral. No podía ser peor.

Vuelves a mirar los resultados y descubres que Manresa no ha ganado, está en la prorroga y ahora si, parece que va a caer en su cancha. Ahora si, una leve, mísera y pequeña, pero una alegría al fin y al cabo. "Podía haber sido peor" piensas. Es lo único esperanzador a lo que te puedes agarrar. "Podía haber sido peor" vuelves a pensar.

Es lunes y ya estás deseando que llegue el sábado. No solo por dejar atrás las rutinas cotidianas, sino porque quieres quitarte de la cabeza esa maldita derrota. Desde las oficinas del Fuenlabrada, el departamento de comunicación se pone manos a la obra y propone una idea para que tengamos la mente ocupada. Todos con una pancarta el sábado para darle colorido al Fernando Martín. Comienzas a pensar en ella, te surgen varias ideas y el jueves por la tarde empiezas a darle forma.

"Uf, el Valencia de Peras" Miras la clasificación y confirmas lo que pensabas, es el tercero de la liga. "Bueno, han jugado entre semana partido de Eurocup en la República Checa. A nosotros eso nos hizo mucho daño la temporada pasada. Tal vez vengan algo despistados con tanto viaje." Siempre piensas eso cuando nos toca un rival en competición europea. Luego, llega el sábado y ya ni te acuerdas de aquello. Pero en los días previos siempre sirve como pequeño fleco al que agarrarte para albergar alguna esperanza mas.

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Acaba el partido. Estás exultante con esta victoria. Apenas 15 minutos antes tenías una vaga esperanza de que sucediera y aquí la tienes. Lo que tanto deseabas desde hace 6 días se ha conseguido. Aplaudes con fuerza y coreas el nombre del equipo "Fuenla, Fuenla...". Los jugadores saltan haciendo un corro en el medio de la cancha. Esta vez no hay pitos. Son todo aplausos y vitores a estos guerreros.

Javi Vega rie, Álvaro y Sergio se abrazan... todo es alegría esta vez. Es como darle la vuelta a un guante. Es la cara completamente opuesta de la derrota.

Los jugadores aplauden de nuevo a su público, como en cada victoria, como en cada derrota. Algunos te buscan con la mirada, te encuentran, te miran y te señalan. Te hacen gestos cómplices. Te hacen sentir que esa victoria también es para ti. Por apoyarles siempre, por estar ahí siempre, por ayudarles a levantarse en los malos momentos, por ponerselo tan dificil al rival. Porque representas ese sentimiento de todos aquellos aficionados desperdigados por las gradas del Fernando Martín que sienten exactamente lo mismo que tu.

Por creer en ellos.

Porque esta victoria también te pertenece.