La noche soñada, 20 años después.

Se respiraba ambiente de día grande en Fuenlabrada. Las redes sociales, especialmente twitter, por su inmediatez y su omnipresencia bullía con mensajes y fotografías de los actos previos en el Ayuntamiento y los preparativos en el Fernando Martín para el encuentro entre padre e hijo.

Y es que podemos denominar al Partizan como el  "padre" del baloncesto en nuestra ciudad. Fue en aquella "adopción" donde se gestó y se desató la pasión de una ciudad por este maravilloso deporte. Fuenlabrada acogió como si fuera suyo a ese grupo de jóvenes que deslumbrarían al baloncesto europeo y cimentó con su apoyo en el pabellón Fernando Martín la consecución de la Copa de Europa.




Aquella experiencia significó para muchos jovenes de Fuenlabrada, entre los que me encuentro, la primera experiencia de partidos de élite baloncestística en vivo. Y aquel flechazo, como si de un amor adolescente se tratara, perduró de tal manera que se convirtió en uno de esos amores que nunca se olvidan. Tanto que los responsables municipales por aquel entonces (José Quintana a la cabeza como Alcalde) vieron la oportunidad de proyectar un equipo de élite en nuestra ciudad. Una utopía por aquel entonces pero como hemos visto con el paso del tiempo, toda una realidad y un referente nacional ligado al nombre de nuestra ciudad.

La de ayer por tanto era una cita necesaria; por el baño de nostalgia que conllevaba, por la necesidad que teníamos muchos de poder demostrarle al Partizan que seguía vivo en nuestros corazones y que era muy importante para todos nosotros por lo que significó su triunfo europeo.

Ya en la cancha se presentó a la plantilla actual del Partizan y fue sonora la ovación que recibieron. Pero mayor aún fue cuando Danilovic, Loncar y Silobad caminaron hacia el centro de la cancha acompañados de José Quintana (Presidente del B.Fuenlabrada y ex-alcalde) y Manuel Robles (Alcalde de Fuenlabrada). Con el disgusto de imaginarnos aquella Copa de Europa metida en una maleta dando vueltas en una cinta portaequipajes de un aeropuerto de Frankfurt pero con la promesa de que tendremos una réplica para "nosotros" en breve, agradecieron a la ciudad de Fuenlabrada el apoyo y la hospitalidad recibida en lo que fue el inicio de una de las mas bellas historias del mundo del baloncesto.

Los gritos de "Partizan, Partizan" retumbaban en el Fernando Martín en lo que para Danilovic, Loncar y Silobad debería ser un cierto "deja-vu" y para sus jovenes jugadores actuales una de las sensaciones mas extrañas pero a la vez placenteras que han debido vivir en una cancha.

El partido.

Una vez finalizados los fastos comenzó un partido de preparación mas en el camino hacia el comienzo de la Liega Endesa 2012/2013. Un partido en el que el Fuenlabrada se mostró como el hijo aplicado; el "hijo" capaz de superar al "padre".
Los jovenes jugadores del Partizan se vieron superados una y otra vez por un Fuenlabrada muy efervescente que una semana después del partido de fiestas ante el Cajasol se mostró un poco mas pulido.  Porfi Fisac rotó mucho el equipo y entre otras cosas vimos debutar a nuestra nueva perla, Moussa Diagne y el lesionado Mou Sené volvió para recuperar sensaciones y tratar de meterse en la dinámica del grupo lo antes posible.

Quino Colom parece decidido a dar ese paso adelante que se le pide y con el en pista el equipo busca rápido el aro contrario con penetraciones, bloqueos y continuaciones así como asistencias a las esquinas buscando las muñecas de Gladyr o Muñoz.

Cortaberría apunta como segundo base y ahí es donde el equipo se vuelve algo mas lento. Sergio Sanchez apunta casi definitivamente al puesto de escolta. Leo Mainoldi se quitó el modo "ausente" de hace una semana y volvió a demostrar el por qué es una pieza clave de este equipo.

Y los fichajes. Ay los fichajes... Nos siguen haciendo dando muy buenas sensaciones; Feldeine sigue apuntando a ser una de las revelaciones de la liga y Charles "Carlos" García promete espectáculo; en todos los sentidos. Pero para el que escribe estas lineas, lo mejor sensación que percibe de estos jugadores son sus ganas de disfrutar con este juego. Sus sonrisas cada vez que acaban bien una jugada son significativas de jóvenes con ganas de demostrar muchas cosas en este equipo y para mi son por tanto esperanzadoras.

A todo esto el Partizan, de presidir la fiesta a convidado de piedra, perdió los papeles por momentos y esa "rabia" se personificó en Gordon que paró antideportivamente un contraataque que iba a finalizar en mate de Feldeine ganándose la enemistad del público.

Pero no llegó a mas la cosa. Al finalizar el partido el Partizan volvió a recibir una sonora ovación de su otro público y sus jugadores, antes de marcharse devolvieron esa ovación con un emotivo aplauso y una vuelta a la cancha agradeciendo a la ciudad de Fuenlabrada el apoyo recibido y como no, que siempre será su segunda casa.

Ojalá después de esta maravillosa experiencia no tengamos que esperar otros 20 años para poder volver a vivir una tarde así y desde ambos clubes se haga lo posible para mantenerlo como una tradición.