martes, 10 de abril de 2012

Angustia, alegrón y apagón.

La semana del "lío" nos sumió finalmente en una espiral de sentimientos y pasiones presididos principalmente por la angustia.

El sábado decepción de las grandes. El Blusens nos pasa por encima casi desde el principio del partido. Además en las gradas se respira un ambiente enrarecido. Mucho ánimo visitante y poco local. El equipo se muestra impotente en todo momento y no hay manera de engancharse al partido por ningún lado. 

Se disparan todas las alarmas y comienzan los cálculos, las cuentas de la salvación. 10 victorias, 16 derrotas y a mirar hacia abajo. El Estudiantes con 7 y un partido por jugar el domingo ante el Banca Cívica. En los cálculos mas pesimistas y por tanto los mas optimistas de los aficionados estudiantiles nos podíamos acostar el martes con el conjunto del Ramiro a tan solo un partido de distancia y con el "basketaverage" perdido. Tras la imagen del equipo y la reacción de Porfi Fisac en la rueda de prensa posterior al partido, parece que hay motivos para ser tan pesimistas.

Pero el domingo el Estudiantes demuestra el porqué de su situación clasificatoria y cae con estrépito ante el conjunto sevillano. En algunos momentos por mas de treinta puntos aunque consiguen maquillar el marcador en el último cuarto. Toca rehacer las cuentas. 

Llega el martes. Una auténtica final. Partido igualado que según van pasando los minutos se nos va escapando de las manos, casi sin saber como. Bueno si, hay cuestiones muy claras ya a estas alturas de la temporada; nuestro juego interior es escaso, casi nulo, sobre todo a nivel defensivo. Mediado el tercer cuarto el partido está donde Estudiantes quiere: 10 puntos arriba y nuevamente malas sensaciones... y se lesiona Mike Hall.

Decir esto ahora, pasados unos dias de aquello puede sonar a oportunismo, pero creerme que lo que os cuento es cierto. En ese mismo instante, en el que Mike se retuerce en el suelo sujetándose la rodilla, se me pasa por la cabeza que la victoria será nuestra.

Al igual que el día de Unicaja cuando Sené realizaba los mismos gestos de dolor y parecia que no nos podían pasar mas cosas y en ese preciso instante todo el equipo dió un paso adelante. Volvió a suceder. Desde entonces defensa en zona muy cerradita dificultando cualquier intento de penetración o de pase interior, Penney las empieza a meter de todos los colores y al Estu le empiezan a temblar las muñecas, las piernas y el alma. El Fuenla le da la vuelta al partido y parece la puntilla casi definitiva para el Estudiantes que de aquí a final de liga tiene que ganar cinco partidos mas de los que nosotros seamos capaces de ganar para poder ponerse por encima nuestra.

Tras el partido dos cosas muy curiosas. Una, nuevamente la rueda de prensa de Fisac, donde al comienzo de la misma agradece a los periodistas las labores prestadas por colaborar con el en la motivación de los jugadores:

 

La segunda, una anécdota mítica que quedará en los anales de la historia de Fuenlabrada Blues y que nos quedamos para nosotros. Para los curiosos solo una pista; el espíritu Blues se palpa en el vestuario del Fuenla.

Los corazones de los aficionados fuenlabreños se relajan durante estos días festivos. El "lio" está casi visto para sentencia aunque el calendario nos tiene preparada de manera inmediata una oportunidad de sellarlo definitivamente en Valladolid.

Comienza el partido y el Fuenla, a pesar de su clara inferioridad en la "pintura" parece controlar lo que sucede en la pista... hasta el tercer cuarto.

Al contrario del día del Estudiantes esta vez el acierto en el tiro no es tal y el conjunto vallisoletano, con el agua al cuello, se nos marcha de 14 puntos. Arreón final en el último cuarto que solo sirve para salvar el average y quedarnos con la sensación de oportunidad perdida de finiquitar definitivamente todos este penar de andar pensando en la posibilidad del descenso.

Ahora queda un calendario complicado. Todos son rivales que figuran por delante nuestra en la tabla y todos con aspiraciones de playoff e incluso de ser cabezas de serie. Dificil, muy dificil pero como ya han demostrado nuestros jugadores, nada es imposible.

Ellos están alerta. Ferrán Laviña lo reconocía en una reciente entrevista al blog de Ezequiel Costa y van a dar lo máximo en estas seis jornadas restantes. Un handicap; todos los partidos que restan en casa se jugaran entre semana.

El objetivo principal está cerca, lo tocamos con los dedos y no se nos va a escapar.


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