Esta semana el Baloncesto Fuenlabrada tiene dos oportunidades de clasificarse por tercera vez en su historia para la Copa del Rey. Son dos "match-ball" como se diría en el argot tenístico aunque en realidad ya hemos desperdiciado un tercero, el pasado domingo ante el DKV Joventut, que se saldó con derrota para los nuestros por un engañoso 100-86 que reflejó finalmente el marcador en un encuentro muy parejo durante los 40 minutos.
Una derrota nada traumática y previsible después de los acontecimientos de la semana pasada en los que la venta de nuestro "jugador-franquicia" fue el epicentro de la información del mundo del baloncesto nacional y tras la que el equipo tuvo que aprender a marchas forzadas a acostumbrarse a esta nueva situación, a la espera de que llegara un refuerzo en su posición... o no.
De momento nuestras opciones de acudir a la cita copera siguen intactas. Sin duda la mas asequible y que mas entra dentro de nuestras posibilidades pasa por continuar haciendo del pabellón Fernando Martín un recinto inexpugnable el próximo miércoles ante el Blancos de Rueda Valladolid. Un equipo con el que nos deberíamos jugarnos otras cosas mas relacionadas con la supervivencia pero por gracia de sendos buenos proyectos y el compromiso de los jugadores de ambas plantillas, a estas alturas nos enfrentamos con un objetivo reservado para clubes mas poderosos que es el de "colarnos" en la cita del próximo mes de febrero en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid.
Suceda lo que suceda en estos días es momento de rendirse ante este equipo, este conjunto humano que a pesar de la cantidad de negatividades que ha sufrido desde el comienzo de la temporada ha dado la cara en todo momento y a estas alturas de la película nos hace soñar con la posibilidad de un final feliz.
Las lesiones puntuales que nos hicieron privarnos de Gustavo Ayón o de Ferrán Laviña durante algún partido, la grave lesión del que debía ser uno de nuestros jugadores referencia, Lubos Barton, la venta de Batista para tratar de solventar las penurias económicas ocasionadas por la carencia de un patrocinador, las consecuencias de dichos problemas económicos que hacen que los componentes de la plantilla no estén recibiendo sus nóminas como y cuando deberían... no han paliado la ilusión y la profesionalidad de los nuestros que han seguido defendiendo la camiseta del Baloncesto Fuenlabrada partido a partido como si nada de esto estuviera sucediendo alrededor.
Todo esto se resume en un pequeño recinto, el Pabellón Fernando Martín. Donde apenas caben 5000 espectadores, pero que entre sus paredes desprende una atmósfera de unión y de comunión entre los tres lados de un triángulo mágico: Una afición entregada, un equipo comprometido y un club sincero y leal con los suyos que no se mete en empresas inabordables o que nos hipotecarían un futuro sin baloncesto de élite en nuestra ciudad. Hace escasos días podía comprobar en persona el resultado de esa magia: Las lágrimas de Esteban Batista al despedirse. Un jugador con poco mas de un año de recorrido en este club, con expectativas profesionales de ganar títulos y llegar a lo mas alto posible en este mundillo pero que sentía que necesitaba llevarse una pequeña parte de todo esto en su corazón allá donde vaya.
Este miércoles tenemos una gran oportunidad de darle forma a todo ello. De conseguir entre todos que el nombre de Fuenlabrada brille entre los mas grandes en una cita que no es sino la gran fiesta del baloncesto español. Es el momento de darle un puñetazo a la historia y resarcirnos por aquella Copa en la que nos quedamos fuera por circunstancias burocráticas, por todos aquellos grandes jugadores del Fuenlabrada que han pasado en estos años y que no han tenido la oportunidad de vestirse con nuestros colores en esa cita, por todos esos aficionados que acompañaron a este equipo en los malos momentos, por los que acuden cada fin de semana con una ilusión inabordable, por centenares de razones... es el momento de acudir la cita del próximo miércoles, la cita con la historia.
Foto: Baloncestofuenlabrada.com
ale ya me has puesto de los nervios
ResponderEliminarQue pena,que no todo el mundo lo vea como tu,con ese entusiasmo que pones.Luego parte de esa aficion deja mucho que desear,les cuesta dar alas a ese equipo que pone lo mejor y tambien porqueno tengan sus desaciertos pero luchan y sufren las derrotas.me siento orgulloso de mi equipo.FORSAFUENLA....OE
ResponderEliminar