El domingo se disputaba el último partido de la campaña en el Fernando Martín, un momento mucho más tibio que en otras ocasiones, sin sufrimientos por que llevábamos casi un mes salvados, sin emotivas despedidas, sin añoranzas y la única emoción de tratarse del Madrid el rival que estaba enfrente, e incluso esto se enfriaba, por la habitual cantidad de travestidos que se cambiaban de bando por momentos.
Al fin y al cabo este ultimo partido puede ser un buen resumen de la temporada, de un conjunto que se ha salvado con mucha antelación cumpliendo el objetivo a falta de numerosas jornadas (no tanto matemáticamente, como virtualmente, que hace mucho más), y que sin embargo deja la sensación agridulce de desperdiciar potencial y oportunidades pese a la solvencia del objetivo básico.
Salíamos con Burstein como titular ante la baja de Gerald Fitch, un cambio que en principio aumentaba nuestra presencia física inicial, pero que limitaba mucho nuestras opciones ofensivas a los largo de los 40 minutos, ya que Fitch ha sido el encargado de desatascar el juego cada vez que el aro se achicaba para el resto.
El Madrid también tenía la baja de Prigioni, pero eso no puede ser excusa cuando todos sus jugadores son estrellas y tienen varios bases más en plantilla, y tras triple inicial de Mainoldi, esquivaron sus habituales despistes iniciales para cobrar ventaja y asustar a la parroquia, exhibiendo poderío físico y centímetros.
Pero insuficiente para asustar a los jugadores, que con intenciones de despedirse de forma agradable se desataron en una furia anotadora hasta cobrar 9 de ventaja (20-11 con parcial de 17-4)
Incluyendo un robo de pillería de Ferran Laviña, mucho más enfurecido y acertado de lo habitual.
Messina no quiso cortar el problema, y esperó al tiempo muerto televisivo, un vicio cada vez más extendido para desesperación del aficionado de casi todos los equipos, pero la jugada le salió bien, y el intercambio posterior de canastas les favoreció acortando el marcador.
El segundo cuarto y las rotaciones resultaron una tortura, cegándonos en el tiro hasta el punto de que el siguiente tiempo muerto, también televisivo nos había visto anotar escasos 6 puntos, en sendos triples de Skita y CT.
Salva Maldonado tampoco se decidió a cortar la racha, y habría que reconsiderar el daño que estos tiempos muertos publicitarios están realizando en los planteamientos tácticos.
El Madrid había volteado y se encontraba 7 arriba, diferencia que prácticamente se mantendría al descanso.
Estábamos echando mucho de menos a Fitch, no solo por sus puntos sino especialmente por los espacios que genera al recibir marcajes especiales. Al americano se le podrán discutir muchas cosas, pero es el único capacitado para agitar una defensa y modificar los planteamientos rivales en una plantilla que tras tantas jornadas ya conocen bien todos los equipos rivales.
A partir de ahí, se fue repitiendo el patrón, el fuenla acercándose con buenos minutos, e incluso poniéndose delante en un momento del tercer periodo, para continuar con un arreón del Madrid al que de repente volvías a ver 7 arriba sin saber como había sido.
Nos faltaba continuidad anotadora para castigar la falta de aire madridista, muy espesos y que deberán mejorar muchas cosas si quieren llegar al menos a la final.
Pero si que tienen algo claro, y es que su jugador más en forma es Sergio Llull, salvador en muchos momentos, y que cada vez que el rival pierda la bola deben correr.
Es en esos contragolpes donde se nos iban una y otra vez, ya que en estático sufrieron bastante, pese a su ventaja de centímetros más que evidente.
Esta diferencia de estatura se noto sobretodo en nuestro ataque donde Guardia y especialmente Batista tenían que modificar muchos de sus tiros y movimientos, desesperando al uruguayo, que puso gran intensidad pero no tanto acierto.
El final se hizo muy largo, con el partido ya decidido, nuevamente al igual que la temporada, pero hay que agradecer a los jugadores que no bajaran los brazos, que trataran de presionar en un par de jugadas, aunque la diferencia final fue irreal para lo visto en el partido.
Es tiempo de empezar a pensar en el próximo año, de realizar los balances tanto tiempo demorados, de retomar nuestros ritmos habituales.
Tan solo queda un partido en San Sebastián, con el único aliciente en juego de decidir quien es el 15º y quien el 16º.
Turn por tanto para l secretaria técnica, que tendrá nuevamente que hacer encaje de bolillos y milagros financieros para conformar una plantilla ilusionante sin apenas dinero.
A buen seguro por muchos nombres que pensemos o escuchemos nos sorprenderán con otros que nos hayamos planteado, aunque como cada año empiecen a surgir rumores recurrentes sobre retornos (esta vez les toca a Oleson y Valters, pero seguro que en breve alguien vera en algún centro comercial al primo segundo de la portera de Vitols)
Desde la revista FuenlaOe nos tranquilizaban con las palabras del presidente, que asumía su cuota de responsabilidad y afirmaba que no debiera haber mas de 3 o 4 cambios, a expensas de que alguien aparezca con dinero y ofertas interesantes, y es que este verano tocará también buscar patrocinador, algo vital e importantísimo.
Lo mejor, que el tan temido rejuvenecimiento de la plantilla se ha producido, sin que hayamos pagado peajes excesivos en forma de descensos, y a partir a pulir y mejorar, asentar un proyecto que debe depender de un núcleo, no de las estrellas del año.
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