El partido de ayer contra el Bilbao fue un típico encuentro entre dos equipos que se encuentran en la parte baja, tratando de huir del descenso, cuando sus aspiraciones eran mucho más altas antes de empezar la temporada.
Se alternaban momento de muy buen juego y fluidez, con desapariciones y decisiones extrañas, imprecisiones que han modificado los rumbos para dar con sus huesos en la parte baja.
Al final, suelen ser partidos nerviosos, tensos, en los que son muy importantes el control de los nervios y la serenidad final.
Todo el mundo era consciente de lo que ayer significaba una derrota para ambos bandos, y el partido empezó caliente, sin ninguna falta de concentración, ni en ninguno de los jugadores ni en las aficiones, con un Fernando Martin entregado sin reservas, y mención especial para los desplazados vizcaínos, en un numero bastante respetable pero que no pudieron hacerse oír entre el ambiente (si se les veía gestos de estar animando, pero su desventaja numérica era insalvable)
Las primeras ventajas correspondieron al Fuenla, con todo el equipo muy participativo y defendiendo más cerca de lo habitual.
Sin embargo, el Bilbao igualó rápido a 6, e incluso tomo delantera sucediéndose un balancín en el que alternábamos la iniciativa en un ritmo elevado, pero de anotación sufrida, con muchos desajustes producidos por la tensión, hasta acabar el primer cuarto iguales a 22.
En el segundo, tras un amago de escapada local con parcial 5-0, respondido con un 0-8, daba la sensación que el Bilbao imponía una mayor calidad en su fondo de armario, sin grandes distancias, pero con la sensación de que seguíamos vivos gracias a triples oportunos y afortunados, y aun así se escaparon de 7, para terminar llegando al descanso 41-45, con la sensación de estar conteniendo a duras penas una herida mortal.
Ese tipo de sensaciones han sido muy dañinas este año, provocando dinámicas de impotencia, pero ayer, en parte por el rival, y en parte por el excepcional ambiente, tanto en pista como en grada, los jugadores siguieron luchando y se ajustaron muchos aspectos defensivos, negando posiciones cómodas a Banic, e impidiendo que se doblaran tantos tiros a Blums y Seibutis.
Mención especial a la defensa de Ferrán Laviña, superlativa en todo momento como alero, permitiendo una movilidad y velocidad que no teníamos desde que quedara encerrado en el puesto de escolta, y superando la diferencia de estatura de sus pares con grandes dosis de esfuerzo.
No lográbamos la delantera en el marcador, pero ahora si se nos veía amenazantes, y era el Bilbao el que mantenía la ventaja con acciones afortunadas, totalmente fuera de los esquemas que tuvieran preparados y con la lengua fuera.
Nosotros habíamos mantenido la calma, sin hacer demasiadas cosas “extrañas” cuando estábamos atascados, pero ellos en cambio se entregaron a triples muy alejados de un Mumbrú que sin acierto tiraba todo lo que le llegaba.
Empezábamos a correr, a divertirnos, con un CT bastante acertado y Tal Burstein decidido a recordar al alero de primer orden europeo que era en Maccabi, repartiendo entradas decididas con tiros exteriores.
A poco más de un minuto para el final del tercer periodo tomamos ventaja con el 57-55 en mitad de un parcial de 17-0 que nos llevó del 51-55 al 68-55 y en el que intervino activamente casi toda nuestra rotación de jugadores.
La desventaja parecía demasiado para la endeble moral vizcaína, castigada por la sucesión de derrotas, y aunque tuvieron algún tímido acercamiento, ya todo parecía encarrilado, ayudando a esto algunos sinsentidos, como la aparición de un desquiciado Paco Vázquez que salió a intentar revolucionar el final de partido, pero que solo nos entrego una técnica absurda cuando el árbitro no pito falta en una entrada de CT obstruida de forma claramente antirreglamentaria por Javi Rodríguez.
Tampoco les ayudo que Hervelle decidiera jugar a la lucha libre con Laviña, ni que Moiso sea un remiendo de personaje de series infantiles cuando hay presión, o que nuestro odiado Javi Rodríguez siga diluyéndose.
El Bilbao debería replantearse si el dinero de Arrinda es suficiente como único argumento deportivo, si es sano poder fichar de un único agente o si algunos de sus jugadores merecen estar en ACB (tal vez como complementos, pero no como importantes)
Por nuestra parte, gran partido de muchos jugadores, CT (gran partido el suyo, al igual que en la primera vuelta contra el mismo rival) , Fitch y Batista en la mejor línea de la temporada, Burstein inconmensurable en ataque y Laviña defendiendo incluso a pivots como Hervelle con gran resultado.
Colom, Sandes, Skita y Mainoldi también estuvieron ayer muy concentrados, y aportando ayudas importantes a los anteriores.
Esperemos que esto sea un punto de inflexión al fin, y que los nuestros sepan demostrar e basket que llevan dentro sin tantos nervios, y que nosotros desde la grada tengamos tanto el comportamiento como la diversión de ayer.
En cuanto a la clasificación, logramos tener al Bilbao a tres victorias, mas el average, por lo que son 4 reales, y ver el peligro un poco más lejos.
Como deciamos al principio, un reconocimiento a la aficion del Bilbao:
Solo queda hablar de los árbitros, que si en otras ocasiones más tristes nos hemos quejado de ellos, después de haber ganado también hay que decir que su nivel de ayer fue indigno de una liga profesional, con una falta de criterio absoluta, y totalmente desbordados.
Los tres árbitros de ayer no deberían de volver a pitar salvo que les obligara a realizar un reciclaje y se les enseñara lo que significa ser árbitro.
No solo por las tres antideportivas absurdas al fuenla, o por la del Bilbao (tipificada como tal, pero que ojala la pitaran en otras ocasiones, y no como compensación a las tres del fuenla), o por mirar hacia otro lado repetidamente con Hervelle, o porque piten las faltas el árbitro más alejado y que es imposible que viera nada, cuando el árbitro más cercano esta callado.
El peor momento arbitral llegó cuando uno de ellos bajo la canasta del Bilbao, en una jugada con balón en disputa a medio camino entre falta del defensor y fin de posesión, hace el gesto de falta, señala al jugador, y hace el gesto de pedir el balón, pero se le olvida hacer sonar el silbato…… la jugada continua y llega a la zona del fuenla, con el árbitro incompetente corriendo detrás, y que pita en cuanto llegan a la zona, pensando que el batiburrillo de gente disimulara lo que está haciendo.
El gesto de la falta finalmente señalada no tenía ningún sentido, era imposible, porque no había pasado nada, tan solo que se había quedado con ganas de pitar algo en la jugada anterior….. Lamentable.
Aqui teneis la fuente de las fotos, donde podeis ver muchas más:
El Correo Digital
Axel hervelle menudo idiota es¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarPor cierto aunque se esta hablando del buen hacer de la aficion ayer,no podemos dejar pasar el momento tenso que tuvimos ayer,cuando un sector de nuestra propia peña comenzo a insultarnos,llegando incluso a escucharse feas palabras como Hijosde...... muy triste
ResponderEliminarDaddy, creo que es mejor no hacer caso de esa gente. Todos sabemos que son el sector más duro y radical y de lo que son capaces de hacer. Creo que lo mejor es que el sector más pacífico (nosotros los jóvenes) sigamos en nuestra linea y no nos dejemos atemorizar.
ResponderEliminarPor cierto, añadir que esta crónica es la que más me sorprende de todas. Que Kaos haya sido capaz de realizarla tan rápidamente con tanto énfasis despues de haber seguido el "Método Maldonado" el pasado sábado en la previa del partido, me parece que tiene un mérito enorme.
ResponderEliminaro se hacia rapido o no se hacia, que el domingo tambien segui el maldonadosistema
ResponderEliminarDaddy creo que alucinas,ese sector lo que decia era que erais unos cansinosssssss,que ya perdisteis la gracia,que renoveis vuestras gracias.lo de hijos de todos tienen apellidos.mamiblues
ResponderEliminarY ahora viene Jose Mercé a negar lo sucedido
ResponderEliminarInsisto que es mejor no entrar al trapo con ese sector. Son muy rencorosos y no nos pasan una.
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