En este caso, la charla no ha sido en vivo, sino virtual mediante las nuevas redes sociales, que aportan mucho en materia de comunicación.
En sus primeros años la maquina mediática de un club que acapara tantas líneas en los periódicos como el Real Madrid lo vendía como la gran esperanza del club blanco, una cantera que hace tiempo diera tantos frutos y que en los últimos años ha estado tan descuidada, llegando incluso a desaparecer temporalmente.
El propio José Ángel prefiere desmarcarse de aquella versión que vendían los medios, y es que aunque si que fuera indiscutiblemente uno de los referentes de su generación, el mismo afirma:
“mi tiempo como canterano del Madrid no es muy fiable porque era una realidad incierta, ya que con 16 años me daban número tres del draft y cosas así y aun era muy joven. Cuando tenía 17 años estuve ya en el primer equipo y lo pase mal porque no jugaba nunca y me sentía solo”
Esta es una realidad que deberíamos tener presente, un chaval que en selecciones inferiores dominaba el juego y lideraba el grupo junto al NBA Sergio Rodríguez, Carlos Suarez o Alberto Aspe, cuando tenía que acudir al partido con el primer equipo, básicamente era para ocupar banquillo, sin auténticos apoyos que le permitiera superar el momento, y para rematar la faena desde fuera le llenaban la cabeza de ilusiones capaces de descentrar al más sereno.
Todos queremos que nuestros equipos den oportunidades a los jóvenes, pero si luego les vamos a exigir resultados inmediatos les cerramos la puerta y condenamos al banquillo, de ahí la importancia vital de las cesiones, de categorías en donde los chavales puedan desarrollarse compitiendo pero sin soltarlos a los lobos.
Algo así ya hablábamos en la Charla con Ferrán López, cuando criticaba el modelo de formación de la FEB.
Detalles que nos deberíamos plantear muy en serio para que no les ocurra lo mismo a los chavales que tenemos en el Illescas, aunque estoy seguro que al menos Antelo no permitiría que sintieran lo mismo y por lo menos trataría de arroparlos.
“Respecto a la cantera eso depende del entrenador del primer equipo si tiene huevos para saca a un jugador joven o no, no hay mas historia que esa ya que hay jugadores que lo pueden hacer bien pero necesitan confianza del entrenador y del grupo.”
En el caso particular de Antelo, las cesiones y la posterior salida del Madrid le llevaron al CAI Zaragoza, de donde guarda un buen recuerdo,
“mi error fue irme del CAI porque era un sitio en el que estaba muy a gusto jugaba mucho y la gente me quería mucho allí y esto todo fue culpa de mi agente al que posteriormente le deje”.
Recordemos que allí pudo desarrollar su juego con minutos y que directivos zaragozanos manifestaron su intención de que continuara, pero otro de los elementos en la sombra de nuestro baloncesto son los agentes, y en este caso demostraron el porqué no se les debe dar un excesivo poder.
Tras el cambio, el año pasado estaba en Tenerife, y allí retomo el sendero del trabajo esforzado y los frutos en forma de buen juego,
“El año pasado estuve en Tenerife que era un equipo en el que o entrenabas al 100% o no jugabas fueses quien fueses, si no mira a Barbour que en LEB era dios y el entrenador lo echó a la calle cuando se salió del camino, pero ese entrenador tenía autoridad sobre el grupo y respaldo de los de arriba. El Tenerife tenía un buen presupuesto para ascender y buenos jugadores pero las lesiones en la final four nos mataron”
Uno de los puntos recurrentes cuando se habla de Antelo es su técnica de tiro, poco ortodoxa sin duda, pero sumamente efectiva en cuanto ha disfrutado de minutos (para estas cuestiones se deberían excluir los equipos donde no ha tenido minutos, ya que incluso los mas finos tiradores bajan alarmantemente sus porcentajes cuando no gozan de la confianza necesaria)
“Sobre mi tiro decir que tire siempre así y que nunca me cambiaron la mecánica porque tenia acierto de cara al aro”
En cuanto a la situación actual del equipo, no deja lugar a dudas en que el equipo vaya a ir acoplándose y salir de esta extraña situación en la que se ve inmerso:
“En el grupo no hay mal ambiente quizás un poco de falta de ir todos a una pero yo personalmente no tengo problemas con nadie, con unos te llevas mejor que con otros pero pasa en la vida cotidiana”
Él en particular se muestra convencido de ser capaz de ayudar a mejorar la situación en cuanto disponga de la oportunidad, y que su juego de carácter puede ser de utilidad.
Evidentemente recuerda el día del DKV como un borrón negro del colectivo, pero una vez asumida la responsabilidad del equipo, solo queda salir del pozo, y en eso sus palabras sonaban en la línea del capitán Matías Sandes, recordándolo como una humillación, y prometiendo un esfuerzo del equipo para el que solicita el apoyo del público.
Apoyos que agradece y os manda un mensaje:
“Muchas gracias por animarnos todos los partidos y que saldremos de esta seguro”
Parafraseando una famosísima frase bélica de Winston Churchill (siempre me ha gustado hablar de deporte en tono bélico), en momentos de peligro tan alto como estos., no se trata de que puede hacer el equipo por nosotros, o al menos no solo de esto, sino también de qué podemos hacer nosotros por el equipo.
De sus contestaciones me queda una sensacion clara, el grupo es consciente de que indivudualmente son muy superiores al nivel que estan mostrando, y que necesitan mejorar colectivamente, en defensa y en conceptos de equipo.
Las circunstancias no han colaborado, con lesiones en momentos más inoportunos que han destapado esas carencias antes de poder solucionarlas, con lo que se llego al punto crítico.
Pero asumen su responsabilidad, y son conscientes de los problemas y quieren salir del pozo animico en el que se metieron, y en esta ultima parte si les podemos ser de ayuda.
Esperemos que este contacto de los jugadores y la cercania junto al proposito de enmienda y el aumento en esfuerzo del equipo ayude a restaurar la conexión con la grada y a ver las victorias en el Fernando Martín, que ya se añoran.
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