martes, 20 de octubre de 2009

Un regreso entre tinieblas.


El próximo sábado, con el Fuenlabrada buscando en el horizonte un 4-0 que agrande la historia de este comienzo de ensueño, el Meridiano Alicante rinde visita al Fernando Martín con el ex-entrenador fuenlabreño Oscar Quintana a los mandos del equipo.

Con los datos y la fría estadística en la mano en su presentación debería oirse una sonora ovación para el cántabro ya que los mayores logros deportivos del Fuenlabrada en ACB se vivieron cuando Quintana habitaba el banquillo. Pero su ego y prepotencia consiguieron alejar a la afición fuenlabreña de todo el cariño que se le podría haber tenido convirtiéndose en la actualidad en alguien casi olvidado para una gran mayoría de la afición y detestado por otro sector debido a sus guerras personales que se encumbraron con el peor detalle de la historia de nuestro club protagonizado por él, cuando rechazó en plena cancha la insignia de oro del baloncesto Fuenlabrada. “No me pareció adecuado que se eligiese este encuentro y que me avisaran con tan poco tiempo”, dijo en la rueda de prensa posterior a aquel enfrentamiento entre el Fuenlabrada y el Cai el 24 de septiembre de 2004. Juan Antonio Jiménez, el entonces Presidente del Fuenlabrada no podía ocultar su decepción tachando aquel hecho como “una afrenta a la ciudad de Fuenlabrada y al club que le ha dado todo. Alguien debería empezar a desenmascarar a esta persona”. En unas declaraciones ´con un claro doble filo al apuntar la palabra "desenmascarar".

Pero todo ésto comienza un año antes. Bueno, en realidad hacía mucho más tiempo que Quintana andaba enfrascado en diversas batallas a nivel privado, pero fue en marzo de aquel 2004 cuando todo estalló por los aires tras una entrevista en la revista Gigantes y una actuación esperpéntica, indigna de un profesional, en un partido ante el Estudiantes.

A Quintana le encantaba hacer cuentas de la lechera. Calcular posibles victorias, derrotas propias y de rivales, hipotéticas clasificaciones... pero aquel año le jugaron una mala pasada.

A finales de Febrero de 2004, en plena Copa del rey (disputada en Sevilla), Quintana concede una entrevista a Jose Luis Mateo de Gigantes con una condición: Que no se publicara hasta finales de marzo, después del partido que disputaría el Fuenlabrada en casa ante el Unelco Tenerife. Las cuentas de la lechera de las que hablaba antes. En las fechas de la entrevista el Fuenlabrada, con una plantilla confeccionada por Quintana ya que era el Director Deportivo además de Entrenador, no estaba para tirar cohetes, estaba tercero por la cola con un balance de 10-15, pero con un cómodo colchón de victorias (cuatro) sobre los dos últimos clasificados: Alicante y Murcia. Por sus cuentas el Fuenlabrada en Marzo ya debería tener al menos dos victorias más y por tanto la salvación prácticamente matemática.

Pero la historia no fue esa y en el momento de ser publicada la entrevista el Fuenlabrada seguía clavado en esas 10 victorias mientras por detrás el Alicante, en una sorprendente remontada se colocaba con 9 acechando cada vez más a los nuestros. El peor momento posible para tratar de ajustar cuentas con la afición y sobre todo para anunciar que se marchaba del Fuenlabrada.

En aquella entrevista, Quintana dejó muchas perlas, muchas frases desbordantes de ego que le retratan: "Quiero intentar objetivos deportivamente más ambiciosos. Quiero saber cual es mi techo." Preguntado sobre que debería pasar en el Fuenlabrada para que aceptara quedarse (el club le había ofrecido la renovación) respondió que "el presupuesto debería crecer para estar, como mínimo, entre los ocho primeros." "Me gustaría disponer de medios económicos y humanos para estar entre los mejores de la liga".

Todos sabemos lo que pasó después a nivel deportivo. Tal vez "sus Agentes" (según el teía varios) le asesoraron mal, pero su futuro inmediato fue el Cai en LEB, con el que no llegó a acabar la temporada, unos partidos en el Caja San Fernando (al que dejó peor que lo encontró), una temporada y media en Manresa (descendió a LEB y fue despedido) y finalmente aterriza en Alicante, donde en su segunda temporada y con uno de los mayores presupuestos de la categoría al final consigue el ascenso. Desde mi particular punto de vista, todo muy alejado de las aspiraciones que decía tener en aquella entrevista.

Pero no podía quedar la cosa ahí. Tenía que además criticar a la afición en un momento delicadísimo para el Club: "¿Las críticas? Simplemente me resbalan" decía para a continuación poner un par de supuestos ejemplos de incidentes que había tenido con la afición fuenlabreña: "Temporada 2001-02, en la que llegamos a cuartos de final en la Korac y nos metemos en el playoff ACB: en casa, ganábamos al Madrid por 14-16 puntos al descanso y cuando me dirigía al vestuario fui tremendamente insultado y recriminado: que sacara a tal jugador, que dimitiera... Ese partido lo acabamos ganando por 12 o 14; luego pasa un mes, viajamos a Cáceres y hay un jugador que no viaja porque está lesionado. Ganamos, poniéndonos sextos, y se acercan varias personas de unas peñas a recriminarme por qué no había jugado ese jugador. Pese a los insultos, les contesto que estaba lesionado y, aún así, siguen. En fin... Lo que yo quiero decirte es que ya he vivido muchas de éstas y por eso no hago nada, porque contra la sinrazón no puedes luchar."

Esas declaraciones, realizadas a un medio de tirada nacional, pretendían crear de el un mártir, un incomprendido en Fuenlabrada. Una miserable afición representada sobre todo por sus peñas, que no entendían nada de baloncesto, se dedicaba a martirizar al héroe que tanto había dado al club.

El tiempo pone siempre a cada uno en su sitio y a estas alturas todo el mundillo del baloncesto nacional sabe quien es Óscar Quintana (sobre todo en la LEB) y cual es la afición del Fuenlabrada y hasta que punto de fidelidad tiene esta hacia los suyos.

Pero aun había más. El 14 de marzo de 2004. Tres días después de los terroríficos atentados del 11-M en Madrid, el Fuenlabrada se enfrentaba en un enrarecido derby presidido por aquella triste efeméride ante el Estudiantes. Quintana dió una vuelta de tuerca más a su personaje y se negó a dirigir al equipo cuando éste volvía a naufragar una vez más en esa fase de la temporada. La imagen de Quintana sentado en una silla a unos metros del banquillo mientras el segundo tenía el "papelón" de dar instrucciones en el tiempo muerto, sentaron como una humillación en el seno del Club y en la afición. Se le abrió un expediente y... "todo lo que se abre, se cierra." Llegó a declarar.

Aquella temporada culminó con el famoso descenso del equipo en el Saporta a pesar de vencer al Real Madrid y obviamente con la salida de Quintana del Club.

Su futuro la siguiente temporada no estuvo en ninguno de los grandes de la ACB sino también en la LEB, en el Cai Zaragoza que, cosas del destino, se enfrentaba al Fuenlabrada en la primera jornada y donde sucedió aquel famoso y triste hecho de la insignia. El resto de la historia es de sobra conocida por todos y por estos hechos entre otros, habrá quienes el próximo sábado no aplaudan a Quintana en su segundo regreso a Fuenlabrada.

9 comentarios:

  1. oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooeeeeeeeeeeeeeeeeeeh.................................

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  2. Muy buen artículo, menudo pajaro Quintana, yo sabía algo, pero no tanto. En fin, la historia pone a cada uno en su sitio.
    Lo dicho, muy buen artículo

    Mariano

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  3. en alicante, con todo lo destapado por Arturo Alvarez (ex-¿director deportivo?) en su dimision, parece ser que quintana no va a los entrenamientos matinales,

    ademas de otras lindezas como ningunear al director deportivo, reutilizar los esquemas de Qim Costa (una ventaja que utilice esquemas) o los videos de la etapa de digbeu

    hay un par de entrevistas de radio, pero en este enlace viene lo mas jugoso
    http://www.diarioinformacion.com/lucentum/2009/10/20/alvarez-dice-basta/942676.html

    un dechado de trabajo el tio

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  4. Es curioso que un entrenador no despierta simpatías ni siquiera consiguiendo éxitos deportivos, como hizo en Fuenla, y como hizo el año pasado aquí en Alicante.

    Después de las declaraciones de Arturo ha quedado totalmente cuestionado y veremos a ver si sale a responder.

    Un saludo desde Alicante.
    Muy buen blog
    Os invito a visitar el mio: http://colombinn.blogspot.com

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  5. Este señor debe sus logros,gracias a la persona que le hizo el equipo.cuando el se penso que era dios y se encargo de desacerse de todo y creo su propio poyecto,nos undio.a todo cerdo le llega su san martin y este esta cerca.san martin 11 de noviembre.

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  6. En Alicante está calado desde hace tiempo.
    Solo esperamos desde aqui que no estemos descendidos cuano la directiva se de cuenta de que no es el entrenador que necesitamos...
    Por cierto aquí también ha empezado ya a criticar a la afición......

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  7. A los aficionados del alicante,lo mejor que os puede pasar,es perder aqui el sabado,y que destituyan a este personaje.que la liga acaba de empezar y podreis hacer un buen papel en ella.pero no con el.

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  8. Que tiren a Quintana y el cheriff esta libre el sr Comas....ponga las pilas en Alicante si no queremos volver a los pasillos y tuneles negros de la LEB.
    Austin no puede ser el referente del Lucentun necesitamos un 5 fuerte como Widelman por ejemplo.

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