lunes, 29 de septiembre de 2014

¿Interesa la ACB?

   A falta de una semana la Liga ACB da el pistoletazo de salida con la disputa de la "Supercopa". La fiesta de presentación del campeonato con la puesta de largo de los que deben de ser cuatro de los principales candidatos al título y un concurso de triples a modo de minipresentación de algunos de los equipos que participarán en la competición.

AcbPhoto.


   El resultado es un síntoma mas del estado crítico de salud del baloncesto profesional en nuestro país. Un estado al que además la catastrófica actuación de la selección española en "nuestro" mundial ha empeorado la salud del enfermo dejándolo en un estado de coma profundo. El Buesa Arena, imponente pabellón del Baskonia, estuvo lejos de llenarse para esta gala. El concurso de triples, con aspecto de ser un trámite que la organización lleva a cabo con desgana, se lo lleva por segunda vez consecutiva el joven norteamericano no profesional Josh Ruggles. Por una vez puede valer la anécdota. Por dos veces suena a chiste que no deja en muy buen lugar a los profesionales y a la organización del evento.
 
   En lo referido al juego, esta Supercopa nos deparó el enésimo Real Madrid - Barcelona de los últimos años (con victoria para los primeros) en un partido de gran anotación pero que apenas fue seguido por unos 800.000 espectadores a través de La 1. Es posible que muchas de las personas que se encontraban delante de la televisión la tarde del sábado pensaran que era alguna multidifusión de alguno de los tropecientos "clásicos" que se han disputado en los últimos meses/años. Pero no, este era uno nuevo.

   A decir verdad, la manera de presentarse la ACB es la mas sincera posible. Esto es lo que hay y esto es lo que les vamos a ofrecer durante este año. Una diferencia cada vez mas acrecentada entre las dos secciones de baloncesto de los clubes de futbol mas poderosos de España (y de parte del universo) y el resto. Un resto que, alimentados y engordados durante años a base de subvenciones públicas, han visto como los recortes de Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades Autónomas u análogas les han reventado en la linea de flotación y apenas generan unos ingresos que les permitan no ya codearse con los mastodontes futboleros sino llegar a pagar los salarios que prometen a los miembros de las plantillas.

  Y luego el eterno debate sobre el producto. El eterno lamento de que la televisión maltrata el producto (que lo hace), pero el producto no se respeta a sí mismo; un equipo que ha descendido dos temporadas consecutivas sigue en competición, solo un club ascendido en los últimos años, jugadores que van y vienen de club a club casi hasta la última jornada, clubes que pagan poco, mal y tarde... y un largo etcétera de pegas que alejan no solo al espectador medio y casual, sino también al aficionado histórico que pierde interés por una liga sin alicientes y sin sorpresas.

  Reinventarse o morir, lo segundo parece cada vez mas cercano. A la ACB se le agota el tiempo.

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