Pese a la victoria se generan muchas sensaciones contradictorias tras el partido de ayer.
Por un lado se repitieron muchos errores con una cierta empanada de salida, con roles no muy definidos en algunos jugadores y con varios defectos que no todos los días compensaremos con garra.
Por otro lado se volvió a la sensación que independientemente del resultado hay jugadores que no quieren bajar los brazos, tal vez aprendiendo al menos de esos últimos minutos de Murcia.
Y es que el desarrollo se pareció mucho al de Murcia hasta los últimos 6-7 minutos donde todo se desató y recuperamos al fuenla orgulloso.
El Bilbao salió con mucho más acierto en el primer cuarto, pero sobre todo con el conocimiento de donde hacernos daño, buscando repetidamente a un Grimau y Mumbru a quienes no podían parar Feldeine ni Mejeris/Paunic (el letón si defendió correctamente pero con dos faltas tuvo que aflojar).
Por nuestra parte el primer cuarto se redujo a tres triples, de Feldeine, Cabezas y Paunic, mas tres libres de Diagne y Feldeine y una solitaria canasta de dos para Panko, un ataque totalmente descompensado y sin sensaciones de saber a que jugar.
Las sensaciones no eran mejores que los resultados, con un Feldeine a quien no se le busca sino que actuaba como recurso de emergencia, y además de forma muy rara con varias “bombas” en lugar de usar su salto, y es que el dominicano gana por velocidad en carrera, pero le falta primer paso para superar a su par en estático.
En este principio de liga al menos somos previsibles, no se observa ningún esquema de jugada, independientemente de que salgan o no, y solo se aprecia fluidez en el juego en transición, cuando se puede correr, pero para eso hace falta el rebote y por lo menos en el primer tiempo lo perdimos claramente, con un Arnold que era continuamente desplazado de su sitio por cada pívot rival.
En el segundo cuarto, como hace una semana se remonta el partido, llegamos incluso al empate con Javi Vega, Dani Perez y Montanez metiendo al público en el partido y usando la testosterona, simplemente para encontrarnos al descanso en el mismo sitio otra vez y dejando en el tercer cuarto que todo languideciera sin la mas mínima impresión de solidez defensiva y sin encontrar referencia fiables en ataque, perdonados solo por una cierta falta de contundencia del Bilbao que aun así llego a estar 15 arriba en el último cuarto.
Y aquí cambio todo, Javi Vega no solo recurrió al coraje, sino que “tutelo” las acciones de Diagne, obligándolo a quedarse bajo el aro para ser el quien buscara al pivot abierto del Bilbao.
Este cambio de pareja cuando se abrían sus pivots impidió la puerta atrás con que nos martilleaban y equiparó la cantidad de jugadores abiertos, dificultando a la vez sus pases para el triple.
Al mismo tiempo Feldeine decidió ser él mismo, dejarse de experimentos y jugar como sabe, con sus defectos pero sobre todo aprovechando sus virtudes en el juego en carrera.
Tras la explosión de ambos Cabezas se adueña del tempo del partido, haciendo que los ataques propios y rivales duren y acaben como él decide, se suben las líneas de presión y Carlos anula la subida de bola fácil por parte de Raul Lopez, obligando a que sea Grimau el que organiza el juego rival, además de que el de Vic empieza a hacer muchos más kilómetros que bajan su efectividad.
Ni siquiera la falta de Diagne cambió demasiado el rumbo, aunque fue un acierto de Chus Mateo el cambiar el planteamiento para aumentar la movilidad con un equipo “pequeño” siendo Panko y Vega los interiores.
La aparente perdida de rebote se compenso con una nueva vuelta de tuerca a la intensidad, mayor amenaza de tiro y entre la sorpresa de todos se consumo una remontada espectacular.
Mención aparte el “error táctico” de Rafa Pueyo al conceder los dos tiros libres cuando íbamos empate, para obtener la ultima bola. La decisión puede ser discutible, ya que nuestro porcentaje de libres no era para tirar cohetes, y el propio Panko llevaba un 2 de 4 pero esos los metió cerrando el partido con un arriesgado tapon a Raul Lopez.
Quedan muchas cosas por arreglar, nuestra defensa rozo el chiste de mal gusto por momento, y en ataque estamos muy verdes, pero siempre será mejor arreglar cosas desde una posición mas tranquila y dentro de unos días este partido será recordado solo por estar anotado en el casillero de victorias, como una fiesta largamente esperada y ojala que por ser el primero de muchos triunfos en casa.
